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domingo, 31 de enero de 2010

TAGONIUS CRIANZA 2004. Vinos de Madrid. España.

Desde Madrid se presenta este Tagonius cuya base es una mezcla encabezada por la tempranillo.
De capa media-alta, presenta un color picota de borde aún muy vivo.
En nariz es discreto, apreciándose un fondo de fruta roja y los aromas a cedro y especiados de la madera.
En boca resulta muy conjuntado, es agradable desde la entrada hasta el postgusto, con unos taninos aterciopelados y un puntito goloso.
Cuesta unos 11 euros, precio que no está nada mal para lo grato que resulta al paladar.

¡Salud!

CARE 2007. Syrah y tempranillo. Cariñena. España.

Cariñena nos ofrece este vino de capa media y color picota. En nariz destaca pronto la fruta, con recuerdos a mermelada de fresa. También se aprecian aromas refrescanes, como a hierbas de monte, tirando a menta. Los cuatro meses de barrica se notan pasado un tiempo, dejando notas achocolatadas.
En boca destaca por su acidez, aunque el paso es agradable, aromático. Además deja un agradable postgusto.
Cuesta algo menos de 6 euros en Santa Cecilia, Madrid, y es uno de esos buenos vinos que se hacen a lo largo y ancho de la geografía española con un precio estupendo.
¡Salud!

lunes, 25 de enero de 2010

AZPILICUETA CRIANZA 2006. Tempranillo, graciano y mazuelo. Rioja. España.

Se trata de un vino de capa alta y tono picota que, en nariz, nos deja buena fruta roja envuelta en una madera fina y discreta. En boca es agradable, con bastante armonía entre acidez, dulzor, taninos y aroma. Deja un suave amargor final, con persistente posgusto.
Así de sencillo. En la línea, que parece haberse perdido, de los riojas clásicos. No sobresale por nada, pero es difícil encontrarle defectos. Como su precio es razonable, unos siete euros en Santa Cecilia de Madrid, podemos decir que es una apuesta segura para cualquier ocasión.

¡Salud!

PRIMA 2007. Tinta de Toro (90%) y garnacha. Toro. España.

Hace poco tiempo catamos este vino de la bodega Maurodos. Entonces nos resultó prometedor aunque algo agresivo en boca, por lo que hemos decidido realizarle un marcaje en corto.
Mantiene su capa alta, con mucha materia colorante que tinta las paredes de la copa. En nariz nos da fruta muy madura, regaliz y hasta algún toque floral; a lo que se suma la aportación de la madera (café, tofe y especias).
Pasamos a la fase crítica: tiene su punto goloso y buen aroma, y ha mejorado algo su acidez y rigor tánico, aunque creemos que todavía le falta afinarse en la botella para que resulte más placentera su degustación. Aún resulta demasiado salvaje. Cuestión de tiempo. Nos costó algo más de 10 euros en Santa Cecilia, Madrid.

¡Salud!

viernes, 22 de enero de 2010

EL NIDO 2002. Jumilla. España.

Vinoencasa se monta en un Ferrari. Probamos uno de los vinos mejor puntuados en todas las clasificaciones especializadas. ¿Responderá a las expectativas?
Lo abrimos y, una vez en la copa, observamos que tiene una capa altísima y un ribete ciertamente evolucionado: un bonito color teja. Es muy glicérico, con lágrimas que resbalan densamente por las paredes, como si se tratara de un vino generoso (tiene 15.5% de alcohol).
En nariz, lo primero que nos ofrece son notas ahumadas y, sobre todo, de chocolate y vainilla. Tras agitar la copa, se asoma la fruta madura, la confitura, acompañada de aromas balsámicos.
Lo probamos. Ahora aparece el Ferrari: potencia desde el primer trago. Pero tras el acelerón de la entrada en boca, descubrimos todos los matices que nos regala. Es muy complejo: goloso, tánico, pero aterciopelado por el toque untuoso del alcohol y muy aromático. Exquisita concentración de virtudes. La boca está en plena excitación y las sensaciones se perpetúan en un posgusto eterno.
Como Ferrari que es, no es un vehículo al alcance de todos, ni para todos los días. Lo hemos conseguido, de oferta, en la bodega Santa Cecilia de Madrid, por 72€.
En estos niveles de precio, es difícil decir si este desembolso ha merecido la pena. Depende de cada uno. Para nosotros sí lo ha merecido, por lo que os animamos a probarlo.
¡Salud!

miércoles, 20 de enero de 2010

DON PELA ATIZA 2000. Madrid. España.

Tras la fallida experiencia del vino anterior, damos otra oportunidad a un vino de Joaquín Gálvez (al fin y al cabo, él no tiene la culpa de que una botella envejezca mal).
Pues bien, la filosofía de este Atiza es la de reivindicar el vino de mesa tradicional, buen acompañante de una buena comida. Para ello, Gálvez ha utilizado uvas de Murcia (¿monastrell?) y ha elaborado el caldo en las bodegas de Jesús Díaz en Colmenar de Oreja, en Madrid.

Mantiene capa alta y el paso de los años se aprecia, sin alarmar, en un borde algo anaranjado.
En nariz hay buena conjunción de aromas frutales (fruta muy madura) y procedentes de la madera (bombón de licor, sobre todo).
Con cierta precaución lo llevamos a la boca... y está en buen estado. De entrada y paso potente, nos atiza bien la lengua y el paladar, con su acidez y sus viriles taninos, acompañados de agradable aroma. Sí señor, un vino con carácter. Nos alegra probar algo, que no será una maravilla de equilibrio y ortodoxia, pero deja una buena impronta.
Nos ha costado, de oferta, 8 euros en Santa Cecilia de Madrid.
¡Salud!

domingo, 17 de enero de 2010

VIÑA CHASCONA DE DON PELA 1999. Cabernet Sauvignon.

Tras unos vinos jóvenes, nos concedemos un paréntesis en forma de vino del siglo pasado. Hemos elegido para la ocasión una creación del prestigioso enólogo Joaquín Gálvez.
Lo descorchamos, no sin ciertos reparos, por aquello de la vejez (no fuera que nos encontráramos con algún defecto en el tapón) y vemos que no hay problemas. Mantiene todavía una capa alta, aunque el borde teja ya demuestra sus años.
En nariz empezamos por advertir aroma a barniz. Pronto aparecen otras notas propias de su larga vida: cuero, fruto seco y madera seca. Afortunadamente también encontramos un fondo frutal que nos hace mantener el optimismo.
En boca, la cosa cambia. La década transcurrida se deja notar aquí. El vino se puede beber, aunque presenta un exceso de guarda que se aprecia en que se estimula más el paladar que la lengua, que queda algo pastosa.
No está mal como experimento. Nos ha costado 8, 55 euros, de saldo en Santa Cecilia de Madrid.

El tiempo es ese juez implacable que pasa factura a todo, incluso a los vinos.
¡Salud!

sábado, 16 de enero de 2010

FINCA LA SABINA Y COJÓN DE GATO 2008







Hemos comprado, con menos de 10 euros, dos vinos recomendados por la guía Peñín dentro de los más económicos, para ver qué cositas nos regalan. Finca La Sabina es de Albacete y se elabora con tempranillo (80%) y syrah. Cojón de gato es un Somontano elaborado con merlot, syrah y otras (es lo que dice la etiqueta). Ambos han estado tres meses en barrica, de roble francés en el caso del Somontano (el albaceteño no dice nada al respecto).
Muy similares al verterlos en la copa. Tienen capa alta y un borde picota. A partir de aquí vamos encontrando diferencias. En nariz, Finca La Sabina presenta mucha fruta madura, mermelada de frutos rojos/negros, con un puntito floral. Al cabo de un buen rato aparecen las notas tostadas,achocolatadas, de la madera.
El Cojón presenta, desde el inicio, una combinación de aromas procedentes de la madera (destacan las notas a café) y de la fruta roja.
En boca también muestran sus diferencias. La Sabina es goloso, muy apetecible, sin descuidar una refrescante acidez. El Somontano es más potente en boca, destacando su acidez y resultando algo tánico, aunque con buen aroma.
¿Qué balance hacemos? Pues que los dos son interesantes. Hay que tener en cuenta que son dos vinos baratos y que ofrecen mucho. Muy recomendables.
¡Salud!

martes, 12 de enero de 2010

TRES PATAS 2007.Garnacha y syrah. Méntrida.España.


Hace poco tiempo os presentamos a Malpaso, vino de la misma bodega, que nos gustó. Este Tres Patas, elaborado con garnacha y syrah, se presenta con una capa media-alta y un borde rubí. 
En nariz nos aporta aromas a fruta madura, pero también a hierbas de monte y a tierra. Hay que darle tiempo para que se exprese. Al final, se suman las notas tostadas de la madera que permanecían como agazapadas, en un segundo plano.
En boca tiene una entrada contundente. Es un vino con carácter. Su mineralidad se muestra también en boca, con una acidez notable. Es tánico pero agradable. Se disfruta mucho dándole su tiempo, porque los aromas se hacen presentes también en el paladar. 
Cuesta unos 12 euros. 
¡Salud!

FINCA CONSTANCIA 2007. Cabernet Sauvignon, Syrah, Cabernet Franc, Petit Verdot, Graciano y Tempranillo. Vino de la tierra de Castilla. España.

Este vino toledano se presenta con una capa muy alta y un bonito ribete cereza. En nariz es complejo. La mezcla de uvas le da diferentes notas que van saliendo con el tiempo. La fruta roja madura es la dominante, aunque también se aprecian aromas a monte, minerales y a chocolate procedente de la madera.
En boca resulta goloso y aromático. Además tiene un largo postgusto.
Cuesta algo menos de 6 euros. Interesante.
¡Salud!

lunes, 4 de enero de 2010

FINCA ANTIGUA 2007. Syrah. La Mancha. España.

En el manchego lugar de Los Hinojosos, solar patrio de la familia Mota Izquierdo, tan querida por nos, la bodega Finca Antigua nos presenta este varietal.

De capa muy alta, con borde que tira hacia el fucsia, en nariz nos aporta buena fruta madura, con algún toque floral, junto al tostado del roble.
En boca muestra un buen equilibrio entre acidez y dulzor. Los taninos están presentes aunque no desagradan.
Un ejemplo más de esos vinos más que correctos, que se elaboran en España. Cuesta algo más de 5 euros.
¡Salud!

FREIXENET MALVASÍA. Cava. España.

Vamos con otro cava, en este caso un dulce para los postres.
De tono dorado con reflejos verdosos, en nariz nos deja fruta tropical, pero también miel e incluso pasa.
De burbuja gruesa, en boca se comporta bien porque no produce un estallido violento. Mantiene los aromas, lo que le hace muy apetecible, aunque puede resultar empalagoso si se abusa de él (lo que no es difícil).
Cuesta algo menos de 9 euros.
¡Salud!

FARIÑA (Toro. España) VS LUBERRI (Rioja. España)


Teníamos de enfrentar a estos dos grandes maceraciones carbónicas: el Fariña de Toro y el Rioja Luberri. Pues bien, llegó el momento con los 2009.
La uva presente en ambos es la misma, la maravillosa tempranillo (tinta de Toro), aunque Luberri lleva un 5% de Viura.
Empezamos por la fase visual. El Fariña tiene un "traje" espectacular, muy oscuro, diríamos azabache, con un un borde violáceo muy vivo. El Luberri es menos intenso, aunque también presenta una capa alta y ese colorido vivaz de los vinos jóvenes.
En nariz comenzamos por el Fariña. Auténtica explosión nada más descorcharlo. Mermelada de frambuesa con un toque de violeta. El Luberri, algo menos intenso, se presenta oliendo a palote de fresa, a fruta del bosque, con matices florales.
Los probamos. El Fariña nos deja un tono dulzón muy agradable, acaramelado. Es denso en boca, aromático y goloso. De postgusto largo.
Luberri nos da un repiqueteo en la punta de la lengua, procedente del carbónico. Es algo menos intenso que el Fariña, aunque también delicioso.
Pues bien, nos hemos gastado algo menos de 10 euros en los dos. Maravillosa experiencia. No nos atrevemos a dar un ganador porque no se trata de eso. Los dos están muy buenos. Puede haber cierto prejuicio hacia los maceración carbónica por aquello de su juventud, de que no tienen madera... A nosotros nos parecen zumo de uva en estado puro, una experiencia deliciosa cada año por estas fechas.
¡Salud!