Volvemos a suelo patrio para dirigirnos a Montsant, una denominación oscurecida hasta hace poco por su famosa vecina, la denominación del Priorat.
Estamos ante un vino de capa media, de color corinto y borde vivo.
En nariz se combinan bien aromas a fruta roja con una madera discreta y tonos minerales y a hierba de monte.
Correcto en boca, nos deja buenos aromas, acompañados de un equilibrio entre acidez y dulzor.
Todo por 8 euros. Uno de esos vinos que cumplen con nota ante cualquier compromiso.
¡Salud!
Retomamos nuestra agradable labor donde la habíamos dejado, allá por la "promise land", o sea, por California.
Ahora nos toca, de la misma bodega que el vino anterior, un Petite sirah. Esta uva, también llamada durif, es una mezcla de syrah y peloursin originaria de Francia, pero que tiene mucho predicamento en tierras del Nuevo Mundo.
¿Se notará el aire de familia de la bodega en la elaboración de este vino?
Pues también es de capa alta, muy oscuro, aunque con bonito ribete fucsia.
En nariz nos deja notas a fruta roja-negra muy madura, con toque mineral y algún matiz floral.
En boca también es goloso y muy aromático. Por ponerle un pero, no es excesivamente largo.
Vaya, vaya. Estos vinos son muy resultones. Además cuenta con un precio que no es excesivo, alrededor de los 12 euros.
¡Salud!
Nos vamos a EEUU. Tocaba ya acercarse a este gigante que amenaza con imponerse en el mercado mundial de los vinos.Comenzamos con un tinto de una de las variedades más representativas de California, llevada desde Italia (o Croacia) en aquellos tiempos de la conquista del Oeste.
Su capa es media y su color destaca por un bonito ribete fucsia.
En nariz muestra su potencial nada más descorcharlo: aroma a fruta roja, matices minerales, tierra húmeda, y de hierbas aromáticas. La madera está bastante presente, con notas acarameladas, como de azúcar tostada.
En boca destaca por ser muy goloso y aromático. La verdad es que es bastante seductor, de esos vinos que se beben sin darte cuenta. Deja un buen recuerdo.
Su precio es muy atractivo, poco más de 10 euros en Santa Cecilia de Madrid. Para los que no puedan adquirirlo en su localidad, dejamos una página web del importador del vino:www.lacavadepyrene.com.Pues, muy bien, habrá que seguir probando vinos made in USA.
¡Salud!
Teníamos ganas ya de probar algún vino del Marqués de Griñón y empezamos con este Caliza, vino de pago.
De capa alta y color picota, en nariz nos deja un franco y agradable olor a frambuesa. Con algo de tiempo apreciamos notas minerales y la madera deja notas especiadas y ahumadas muy bien integradas, sin destacar en demasía.
En boca muestra buen equilibrio entre acidez y dulzor. Es aromático y tiene buenos taninos.Su precio es más que razonable, algo menos de 10 euros en Lavinia de Madrid (gracias Belén, de nuevo). Una excelente relación calidad-precio y una primera experiencia con el Marqués que podemos calificar de muy grata y prometedora.
¡Salud!
Traemos a nuestro blog otro de los vinos de la Compañía de Vinos de Telmo Rodríguez.
Este Valdeorras es de color dorado pálido, con matices verdosos. En nariz, pese a no ser intenso, deja un grato recuerdo que asociamos al ámbito de lo floral, con algún toque herbáceo. También apreciamos fruta, como de manzana madura o asada.
En boca presenta buena acidez, combinada con un dulzor que le hace bastante goloso. De paso sedoso y aromático, deja un recuerdo muy prolongado.
Su precio ronda los 8 euros, por lo que nos parece muy recomendable.
¡Salud!
Nos acercamos a Portugal para probar este vino, resultado de una mezcla de cinco variedades tintas.
Es de capa alta y color picota.
En nariz es poco intenso. Percibimos algo de fruta roja, matices balsámicos y una madera que se muestra con suavidad. Nos molesta el alcohol.En boca nos gusta algo más. Es potente, con buenos taninos y equilibrio entre acidez y dulzor.
Nos parece un vino correcto, aunque algo anodino, sin nada que destacar. Encima hemos pagado unos 11 euros por él, demasiado para lo que ofrece.
¡Salud!
Vinoencasa ha tenido hoy la experiencia única de probar un vino blanco de ¡1987!
¿Quién decía que los blancos no se pueden guardar? Hace pocos días Benjamín Romeo ya nos dijo que precisamamente estos vinos blancos (por su acidez y su pH) guardados en barrica tenían mayor potencial de envejecimiento que los tintos. Hoy lo hemos comprobado. Su color es el del oro envejecido. Destaca la untuosidad de su lágrima en los bordes de la copa.
¿A qué huele un vino del siglo pasado? En un primer momento, a frutos secos: almendras, avellanas. También nos acordamos de los orejones navideños porque hay un fondo de frutas inicial. La madera que permite tanta longevidad se muestra fina y elegante, con un ligero toque ahumado. Pasado un tiempo, se destacan notas como a chocolate blanco y a yema tostada. Según pasan los minutos se acentúan los tonos amaderados de vainilla.
En boca sorprende por su destacada acidez. A partir de aquí nos encontramos con un vino untuoso, sedoso y muy, muy aromático. El recuerdo es larguísimo. De la misma manera que los aromas van siendo menos intensos, en boca apreciamos que la acidez también va desapareciendo y, en su lugar, quedan las notas de almendra amarga que nos recuerdan a un Jerez viejo. ¡Cuánto nos deja este Viña Tondonia! Lo ha dado todo, como un héroe clásico consciente de su trágico destino, que nos ofrece hasta su último aliento para redimirnos. Pues sí. Una vez acabada la botella, olemos la copa y nos encontramos con un perfume que es la concentración de todas sus virtudes, el perfume de los dioses.
Como simples mortales que somos, las ocasiones de acceder a la divinidad son escasas. Esta ha sido una de ellas. ¿El precio? Es lo de menos, casi 60 € (57, en Lavinia de Madrid).
¡Salud!
Volvemos a Italia para probar un Valpolicella. Este Tedeschi presenta una capa media-alta en tono cereza. En nariz resulta complejo. Nada más descorcharlo percibimos la madera (no muy buena, por cierto), pero con paciencia vamos recogiendo lo que este vino nos ofrece. Aromas minerales, a regaliz, a animal (nos recuerda al olor que la uva mencía deja en algunos vinos leoneses, como a establo) y, por supuesto, a fruta.
En boca muestra carácter, con acidez destacada, aromático y sabroso.
Por un precio que oscila entre los 10 y los 15 euros (sentimos no poder precisar más) resulta un interesante acercamiento a los paisajes vinícolas italianos.
¡Salud!
Volvemos a suelo patrio para dirigirnos a Montsant, una denominación oscurecida hasta hace poco por su famosa vecina, la denominación del Priorat.
