Desde Arbo, en Pontevedra, nos llega este vino de mesa que tiene un color dorado muy pálido. En nariz es poco intenso, dejando un recuerdo entre herbáceo y floral.
En boca presenta una acidez y un dulzor que combinan estupendamente, dejando un ligero amargor final.
Un vino sencillo pero muy digno, que cumple perfectamente en una comida ligera o como aperitivo.
Nos ha costado 3,99 en el hipermercado Alcampo. Añadimos que es uno de los tres vinos de mesa que aparecen reseñados en la Guía del vino cotidiano 2010-2011, lo que permite garantizar su calidad.
¡Salud!
Homenaje...al vino y a los que disfrutan en su compañía.
La bodega Marco Real nos ofrece este rosado, contenido en una hermosa botella y con etiqueta firmada por una artista.
De bonito color guinda o fresa, con matices violáceos, en nariz no resulta especialmente expresivo, aunque se aprecia el fondo de fruta roja que acaba en caramelo de fresa con el tiempo. También apreciamos cierta mineralidad.
En boca resulta un excelente ejercicio de armonía entre acidez, que le da nervio y carácter, y dulzor, que le aporta suavidad y su puntito goloso. Un paso aromático y un final largo y delicioso hacen de este vino un buen ejemplo de las cosas bien hechas.
Buena ocasión para reivindicar la calidad de muchos rosados, vinos que parecen haberse quedado en una tierra de nadie padeciendo cierto desprestigio.
Pues es un vino que nos ha costado 3,25 euros en el hipermercado Alcampo; y resulta que es el segundo mejor rosado joven de los que aparecen en la ya comentada Guía del vino cotidiano 2010-2011; siendo el segundo vino de Navarra con mayor puntuación.Sirva de ejemplo para homenajear al vino, que debe ser, ante todo, la expresión de una fruta maravillosa, la uva; y para que los que amamos su producto, nos demos un homenaje. El vino es placer, es conocimiento, curiosidad. Es cultura. Y todo eso se puede conseguir desde la sencillez, con cariño y trabajo. ¿Quién dijo que el vino es caro? Bravo por la bodega Marco Real.
¡Salud!
Tras la anterior experiencia con un Gramona, el Gran Cuveé Reserva de Postre, probamos ahora este brut.
De color dorado y burbuja fina, en nariz sobresalen notas a levadura y ahumadas. Se intuyen en el fondo matices dulzones, tirando a tropicales.
En boca presenta muchas virtudes. Tiene muy buena acidez y una cremosidad que nos hace pensar en los buenos champanes. Los aromas ahumados están muy presentes, junto a un ligero amargor. El posgusto es muy largo. Finísimo cava.
Nos ha costado entre 14 y 15 euros en el hipermercado Alcampo. Un cava bien hecho.
¡Salud!
Volvemos a Francia. He aquí algo exclusivo. La uva remorantin se da sólo en esta región, en el maravilloso valle del Loira, junto a los famosos castillos de Cheverny, Blois o Chambord, adaptada a unos suelos silíceo-arcillosos.
De precioso color oro, este vino no es intenso en aromas, sino que destaca por su mineralidad.
En boca resulta más interesante. Tiene una acidez muy acusada (esos suelos aparecen). Es un vino seco (ya lo dice la etiqueta) pero que resulta largo porque la acidez estimula la boca durante mucho tiempo, a lo que se suman los aromas minerales (sin concretar) del retrogusto.
Lo compramos en Le Cave, vinoteca de Angulema, por algo más de 10 euros. Tiene el atractivo de su exclusividad.
¡Salud!
Seguimos con los vinos blancos, que parece que apetecen más en medio de las olas de calor estivales. Además tienen el encanto de la sutileza aromática que ofrecen, todo un desafío para los sentidos.
Y un desafío ha resultado ser este blanco que, en la Guía del vino cotidiano 2010-2011, tiene la puntuación más alta, sólo superado por ocho generosos.
De precioso color oro viejo, en nariz resulta complejo. Hemos apreciado que la madera tiene mucho protagonismo, con notas de cedro, especias, levaduras y entre ahumado y caucho. En la Guía, los enólogos hablan de fina fruta (pomelo, níspero -ésta se puede intuir-) sobre fondo de humo y mantequilla. Reconocemos que no somos capaces de llegar tan lejos.
En boca nos llama la atención su acidez, con un paso aromático, de un amargoso mineral, que anuncia un largo postgusto.
Vino bien hecho que, si bien no nos emociona, resulta muy interesante.
Nos ha costado 11,50 en Santa Cecilia de Madrid.
¡Salud!
Seguimos analizando la Guía del vino cotidiano 2010-2011 (a la que nos referimos en un comentario anterior), para degustar uno de los mejores de su clasificación.
Este Rueda es un vino dorado con tonos verdosos que denotan su juventud. En nariz sobresalen notas tropicales, como esos combinados de zumo tan populares. También detectamos notas herbáceas.
En boca destaca por su acidez, que nos trae recuerdos cítricos (aquí percibimos que este vino puede estar muy bueno el año que viene). Es aromático y de recuerdo largo, con un ligero amargor que puede no gustar a algunas personas.
Su precio es de 8,70 en la bodega Santa Cecilia de Madrid. Un buen precio para un blanco de calidad.
¡Salud!
Desde las riberas del Sil nos llega este vino dorado con matices verdosos que, en nariz, nos deja un agradable perfume floral, seguido de notas dulces (lichis) y finalmente herbáceas (heno).
En boca presenta una acidez excelente, compensada con un toque dulzón que le hace muy atractivo. Aromático y de un final más que notable.
Nos ha costado 8, 50 en la vinoteca Vinarium de Madrid (gracias Alberto). Excelente relación calidad-precio.
¡Salud!
Mermelada de moras líquida: es el resumen de lo que nos ha parecido este tinto que nos llega desde Ronda.
De capa alta, color picota y ribete fucsia no muy vivo, en nariz ofrece una gran intensidad aromática, como ya hemos dicho, a compota de frutas negras (mora, arándano) de una uva muy madura. Es la nota principal que se percibe desde el inicio y que persiste a lo largo de mucho tiempo, aún después de airearlo con insistencia. También ofrece un ligero tono ahumado, de pan tostado.
Al probarlo, resulta muy goloso, no podía ser de otra manera. Es todo fruta. Los taninos son dulces y están presentes, pero discretos. Hay una buena acidez y el paso es muy suave. El final es algo justo, con recuerdos de caramelo de violeta. No lo indica la etiqueta, pero se nos asemeja mucho a un maceración carbónica.
Es un vino que apetece probar de cuando en cuando, como un modo de reencontrarse con la buena uva madurada al sol. Nos ha costado alrededor de los 10€ en Lavinia, de Madrid. ¡Salud!
Este borgoña blanco no lo hemos descubierto en nuestro ya citado viaje por Francia de este verano, sino en Madrid, en una nueva vinoteca que se llama La Tintorería (Paseo Marqués de Zafra, 35) que posee unas 2000 referencias (sí, dos mil) de vinos franceses, además de muchos otros de España, Italia, Alemania ... Un paraíso vinícola, aquí, a la vuelta de la esquina.
Como indica su nombre, este vino tiene un precioso color de oro nuevo, limpio y brillante.
En la copa, esta uva aligoté (nueva para vinoencasa, lo reconocemos) desprende notas florales (jazmín), de fruta blanca (manzana madura, pera) y especias (vainilla). El aroma es tan intenso y complejo, que exige un poco de concentración para tratar de distinguir tantos tonos juntos. Tras agitar, aparece un toque herbáceo anisado (hinojo) y, después, ya en las últimas copas, pan recién hecho.
En boca tiene una muy buena y persistente acidez. El paso es suave, sedoso, acaricia el paladar. Es tan fácil, que parece que va a ser un vino ligero y sin importancia; pero en el posgusto es donde este Raisins Dorés revela todo su carácter pues proporciona una oleada gustativa y olfativa muy larga, que recuerda (por su acidez y su fruta) a la sidra natural, con un poquito de ahumado.
Es un vino de 14€ y nos ha gustado mucho. Le agradecemos a Flequi, de La Tintorería, su recomendación.
¡Salud!
Siguiendo con las recomendaciones de la Guía del vino cotidiano, que comentamos en entradas anteriores, pasamos a probar el cava que mayor puntuación ha recibido por sus catadores.
De bonito color dorado y burbujas de tamaño medio, en nariz percibimos con nitidez aromas tropicales, especialmente a plátano.
En boca tiene un paso amable porque las burbujas no son groseras al paladar. Destaca el dulzor, pero tiene una acidez notable que le da equilibrio. Quedan aromas licorosos, como de manzana asada con una chispa de brandy. Además es de recuerdo persistente.
Nos ha costado 9,95 y lo hemos tomado, como dice en la etiqueta, de postre (como postre único). Fresquito nos ha resultado muy grato.
¡Salud!
Regresamos a Francia con este blanco de la Denominación Côtes de Duras, situada en el departamento de Lot y Garona, a unos 100 kms al Sureste de Burdeos.
Este vino lo probamos en una vinoteca de Angulema (La Cave) y ya nos pareció sorprendente. Ahora, con más calma, detenimiento y atención, confirmamos esta impresión desde el mismo inicio de la apreciación visual en la copa pues tiene un precioso color de oro viejo.
El aroma es intenso de frutas maduras (albaricoque, orejón, manzana asada) y de especias (canela), y también un poco de goma o de caucho. Se nota la larga crianza en un muy buen roble. Tras agitar, aparecen matices florales, herbáceos y cítricos. Y en las últimas copas, caramelo de café con leche.
Al probarlo, se aprecia la acidez y los tostados de la madera. Tiene un paso espectacular porque se expande en la boca y excita todas las zonas del paladar. Es una explosión de sabor, con una duración casi eterna. Buenísimo.
¡Salud!
Algo exclusivo, una rareza. Se trata de la botella número 31, de un total de 300, de este shiraz elaborado por la bodega Hispano Suizas. Lamentamos no poder poner la foto pero es que salió muy mal.
El aroma es sorprendente, pues no es el esperable en esta variedad: huele a aceituna, en concreto al orujo de la aceituna (sí, como el olor de esos pueblos aceiteros que entra en nuestro coche cuando uno los cruza por la carretera). Pero también hay tonos ahumados (caucho, neumático). Agitamos insistentemente la copa y esperamos a que se abra. No lo hace: persisten los aromas iniciales. ¿Deberíamos haberlo decantado? Ya es tarde y preferimos esperar. Al menos, el alcohol (14%) no se aprecia nada. Tiempo después, ya va apareciendo la fruta (melón muy maduro) y notas de monte (pino, resina). Es posible que hubiera dado mucho más, pero al cabo de casi una hora nos hemos bebido la botella y este vino no ha acabado de abrirse. En boca está muy bueno, con unos taninos dulces y una acidez muy correcta. Es de paso fácil y muy aromático y en el posgusto se reconocen los ahumados. El final es largo y deja muy buen recuerdo. Este experimento ha resultado bastante interesante. El vino ha estado muy bueno, pero no debemos olvidar que su precio es de más de 22 euros en Lavinia, de Madrid. ¡Salud!
Vamos con otro de esos vinos franceses que nos hemos traído para revivir los buenos momentos pasados allende los Pirineos.
Fronton, cerca de Toulouse, nos ofrece este vino de capa alta y tono picota que, en nariz, tras unos iniciales aromas a reducción, muestra de forma poco intensa un fondo de fruta roja-negra.
En boca destaca por su corrección: buena acidez, madera sutil, persistencia.
Un vino que pasa suavemente, donde la fruta tiene todo el protagonismo, sin que molesten taninos de la madera o un exceso de alcohol. Este último aspecto merece un comentario breve. La tendencia actual es hacer vinos muy potentes, lo que incluye gran carga alcohólica (los 14 grados ya son muy normales). Entendemos que el alcohol tiene muchas virtudes para el vino: conserva, potencia... pero no deja de ser alcohol y, a la hora de beber, se nota. Vale con que en España, por aquello del clima, sea normal que salgan vinos de alta graduación, pero lo cierto es que muchos vinos franceses, con menos de 13 grados, como este, expresan de forma sensacional la base de todo vino, el zumo de la uva.
Es el caso de este Comte de Negret. Un vino modesto, comprado en un supermercado por menos de 10 euros, pero que nos ha regalado una experiencia muy placentera.
¡Salud!
Vinoencasa se ha desplazado a Francia durante unas semanas para, entre otras cosas, disfrutar del universo vinícola que posee. Aunque apenas nos hemos asomado a su enorme oferta, nos hemos ido muy satisfechos al comprobar que en la considerada patria de la cultura gastronómica y vinícola se hacen las cosas muy bien. Además puedes encontrar muy buenos vinos a precios baratos. De hecho, en entradas sucesivas os iremos presentando algunos que hemos adquirido, por un lado, en tiendas especializadas y, por otro, en supermercados dejándonos llevar por nuestra intuición y siguiendo las recomendaciones de los propios centros comerciales.
El primero es este Muscadet, que es un tipo de vino que se hace en el Valle del Loira con la melon de protagonista.
Se trata de un vino dorado pálido, donde destacan tonos afrutados y florales (dejémoslo aquí, porque en la etiqueta se habla de pomelo, frutos secos, espino blanco...).
En boca resulta muy amable, un vino ligero y suave, con notas dulzonas, que se puede beber solo.
Nos costó menos de 5 euros en un Leclerc.
¡Salud!
Siguiendo con la Guía del vino cotidiano que tratamos en la entrada anterior, hemos comprado este Rueda que aparece con una valoración muy alta.
De color oro, deja en nariz un agradable fondo tropical combinado con notas herbáceas. Aromas francos e intensos.
En boca combina perfectamente acidez y dulzor, con un paso aromático y muy suave, dejando un largo final.
Nos ha costado 8,60 en Santa Cecilia de Madrid, precio excelente que además coincide con el indicado por la bodega a la guía (8,50).
¡Salud!
NOTICIA: se ha publicado la Guía del vino cotidiano 2010-2011, editada por opuswine, con un precio de 10 euros.
La hemos adquirido y analizado porque nos parece una propuesta interesantísima. Con más de 1000 referencias, te permite acercarte a muchísimos vinos de todas las regiones vinícolas españolas. Es muy completa y nos parece muy útil.
Pues resulta que, examinando el índice de vinos por puntuación, nos hemos encontrados al Tío Pepe. Los enólogos que lo han valorado (a uno de ellos -Luis Vida- lo conocemos personalmente y aprendimos mucho de sus enseñanzas) lo describen como algo maravilloso, excepcional, el único con la máxima puntuación que ellos establecen en la guía.
Así que nos hemos puesto manos a la obra y aquí os ofrecemos nuestra apreciación.
Es de color oro pálido y en nariz tiene enorme intensidad, con conplejidad aromática: levaduras (al principio sobre todo), almendra amarga y notas herbáceas.
En boca resulta suave, sedoso, también muy aromático, con su característico tacto salado en el centro de la lengua (recuerdos atlánticos atrapados en la uva) y larguísimo.
Y todo ello por....¡5,61 euros! ¡Toma ya!
¡Bien por González Byass y bien por la Guía del vino cotidiano!
¡Salud!
Os presentamos un tinto joven portugués de la zona del Douro, cuyos hermanos mayores, con más crianza, tanto recuerdan, por la presencia de la madera, al vino de Oporto. Este DouRosa, de la bodega Quinta de la Rosa, se distingue de ellos por su frutosidad y su ligereza.
Nada más verterlo en la copa ya huele muy bien a fruta roja (frambuesa) y a flor (violeta, rosa). Tras agitar con paciencia la copa, estos aromas se acentúan con el tiempo y convierten la fruta inicial en otros olores más dulces (mermelada). El alcohol, sin embargo, se ha hecho notar desde el principio.
En boca destaca por la frescura que proporciona su adecuada acidez, por su buen paso aromático y por un regusto mineral. Los taninos aún están un poco en punta y provocan una persistencia mayor de la deseada en las encías y el fondo de la lengua. Con unos meses más en botella este DouRosa estará muy bueno. Nos ha costado alrededor de los 14€ en Essencia Ardodenda, de San Sebastián.
¡Salud!
Desde Arbo, en Pontevedra, nos llega este vino de mesa que tiene un color dorado muy pálido. En nariz es poco intenso, dejando un recuerdo entre herbáceo y floral.
