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lunes, 30 de julio de 2012

SINOLS GARNATXA. Garnacha. Empordà. España.


A Vinoencasa nos gusta, cuando vamos de viaje, probar los vinos de la zona en la que estemos, que sean difíciles de encontrar en Madrid. Esto nos ocurrió con este dulce de garnacha de la DO Empordà que nos ofrecieron como vino de postre tras una comida en nuestro paso por Ripoll, en Girona. Agradablemente sorprendidos, preguntamos por él, nos contaron de qué se trataba y dónde lo podíamos comprar en la misma localidad. Hoy lo traemos al blog como una muestra más de lo variado que es el mundo de los vinos dulces y de lo mucho que nos queda por conocer en este terreno, del que la mayoría de la gente solo podría citar al moscatel y, como mucho, al Pedro Ximénez. 

Este Sinols lo elabora la cooperativa Empordàlia con uvas sobremaduradas en la cepa. Mediada la fermentación, se encabeza a 15º y se cría en sistema de criaderas y soleras. En la copa aparece con una capa baja de color rojo con matices de teja-arcilla. Lo primero que nos viene a la nariz son las notas especiadas de maderas viejas de la crianza. En este sentido, recuerda un poco a un oloroso dulce. Pero también hay mucha fruta roja pasa (ciruelas), guindas en licor, anisado (pacharán), hojarasca y flor seca. De fondo está, permanente, el aroma del hollejo de la uva.

En boca, el azúcar residual y las maderas viejas nos hacen recordar por momentos a un Oporto joven, un Ruby. Pero no, en este caso el dulce es menos acusado y hay una mayor acidez, que equilibra ese dulzor. Por eso precisamente no resulta un vino empalagoso y no cansa. Por lo demás, se aprecian también los tonos oxidados, de vino rancio, que le ofrece la crianza oxidativa y que le aportan complejidad. Junto con la acidez, esta oxidación lo hace un vino que permanece largo rato en el paladar.

Pues este garnacha dulce Sinols nos ha gustado bastante y nos incita a conocer más del mundo de los vinos dulces tintos, que no todos han de ser blancos. Viene envasado en botella de medio litro y nos costó 8,50€ en la vinoteca Vins Guillamet de Ripoll: un precio estupendo para un placer muy asequible.
¡Salud!

domingo, 29 de julio de 2012

DURAN GRAN RESERVA BRUT NATURE 2007. Xarel.lo, macabeo y chardonnay. Cava. España.


La semana pasada, a la vuelta de una visita a la región francesa de la Provenza, hicimos escala durante varios días en Ripoll, Girona. Allí conocimos una excelente vinoteca, Vins Guillamet, a donde fuimos a comprar algunos vinos catalanes que fuesen difíciles de encontrar en Madrid. De entre ellos, nos aconsejaron este cava gran reserva, elaborado por una casa, la bodega Durán, especializada en la producción de este tipo de cavas de larga crianza, y hoy lo traemos a Vinoencasa.

A la vista aparece con un color amarillo pálido con irisaciones doradas. En nariz nos ofrece notas de manzana asada y de bollería (roscón de reyes). Hay también florecillas silvestres (manzanilla) y tostados (galleta y frutos secos). Con el tiempo, y según gana algún grado de temperatura, apreciamos además algo de fruta tropical (piña en almíbar) y de mineralidad (caucho). Al probarlo, nos ha gustado mucho la cremosidad de la burbuja, que le da una untuosidad y un volumen fantásticos. Aunque es muy seco, aún se percibe algo de manzana en la boca (manzana madura) junto con una excelente acidez que lo hace muy fresco. Nos ha encantado este contraste entre cremosidad, untuosidad y frescura. 

Creemos que estamos ante un cava muy serio, que acompañará perfectamente toda una comida de varios platos. Aunque también se puede disfrutar solo, como hemos hecho nosotros,  y apreciar sin distracciones toda su complejidad en cada trago. Hay que decir, por último, que, a pesar de lo bueno que está, no se trata de un cava de los caros. A nosotros nos costó 12,30€ en la referida vinoteca de Ripoll.
¡Salud!



sábado, 28 de julio de 2012

BARCOLOBO BARRICA, Selección 2010. Tempranillo, syrah y cabernet sauvignon. Vino de la Tierra de Castilla y León. España.

Hace pocos días tuvimos noticia de este vino a través de un correo que nos envió Juan Sánchez Zuloaga, de la bodega Finca La Rinconada, la responsable de este Barcolobo. Resulta que a Juan lo conocimos en nuestra visita a Marcial Pita, en El Ferrol, durante nuestra conversación-degustación en la vinoteca La herencia de Baco a primeros de Julio. La Rinconada es el nombre de una gran propiedad de 1500 has. enclavada en el término municipal de Castronuño, al suroeste de Valladolid, lindando con la provincia de Zamora y muy cercana a la de Salamanca. Se trata de una gran dehesa en la que han plantado 20 has. de cepas, mayoritariamente de tempranillo, aunque también de syrah y cabernet sauvignon. Para hacer el  Barcolobo, además, cuentan con las uvas de 10 has. de cepas viejas de tempranillo que controlan y que compran a otros viticultores de la zona. 
Al servirlo se aprecia su capa media y un color cereza intenso con notas de juventud. Presenta una nariz compleja e intensa desde el inicio. Hay fruta madura (ciruelas, pulpa de la uva), pero también notas minerales de tierra húmeda, especias y mentolados. No es hasta pasado un buen rato que se empieza a hacer notar algo de los tostados de la crianza. Con el tiempo se hacen más presentes las notas especiadas de la cabernet por encima de las frutales de la tempranillo y la syrah, que dominaban al inicio. 
Al probarlo destaca su frescura. El dulzor frutal, unos taninos muy suaves y una excelente acidez le proporcionan a este vino un gran equilibrio y hacen de su degustación un momento muy placentero. El paso por boca es ligero, pero después permanece un buen rato en el paladar por la acidez y por el extracto, que se aprecia en el centro de la lengua. Aquí también, como en el olfato, la barrica se muestra muy bien integrada, siempre en un segundo plano.
Nos dejamos casi media botella sin beber y decidimos hacerle el vacío para llevársela al día siguiente a Pili, amiga y maestra, la sumiller de la taberna La Romana, en Madrid (C/ La Laguna, 20), para que nos dijera qué le parecía. Nos somprendió mucho la evolución que había tenido en ese margen de tiempo, pues ahora nada más olerlo apreciábamos notas de betún y cuero que el día anterior no detectamos. El vino estaba estupendo, ahora con más matices especiados (cardamomo, peras al vino) y balsámicos; y en la boca con el mismo equilibrio y elegancia y ningún asomo de alcohol. 
Nos ha gustado mucho este Barcolobo porque, además, lo hemos comprado por un precio magnífico de menos de 8€ en la vinoteca Dominio de Antargü, de Madrid. Pensamos que es una buena decisión de la bodega Finca la Rinconada la de decidirse a hacer un vino que se distinga de los de las denominaciones vecinas de Ribera y de Toro por su frescura y su equilibrio, por ser menos concentrado y por tener una crianza en barrica que aparece muy discreta, sin enmascarar su buena fruta y su mineralidad. Pero, ojo, aquí tenemos que hacer notar que nosotros hemos degustado la añada 2010, a la que, sin duda, le ha sentado muy bien este largo año de botella después de su paso por la madera.
¡Salud! 

jueves, 26 de julio de 2012

MANZANILLA LA GITANA. Palomino. Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. España.


 Volvemos a disfrutar de los aires marineros de Sanlúcar de Barrameda con este manzanilla de Bodegas Hidalgo.
De un color muy pálido, casi acuoso, en nariz nos ofrece aromas yodados y minerales. Nos ha sorprendido encontrar notas vegetales, como de pimiento o aceituna.

En boca se muestra sabrosísimo, con un tacto untuoso, buena acidez y una sequedad y salinidad características. Deja un largo y estupendo recuerdo; invita a repetir.

Nos costó menos de 3€ en botella de 375 ml. en un hipermercado Alcampo, de Madrid.  Como siempre decimos al tratar de los generosos, son vinos excelentes,  garantía de calidad y diversidad, vinos que no pueden perderse.
¡Salud!

miércoles, 25 de julio de 2012

PUERTA DE ALCALÁ TINTO 2011. Tempranillo y syrah. Madrid. España.

Teníamos ganas de probar en solitario este vino, tras la agradable sorpresa que supuso su cata hace unas semanas, en una sesión dedicada a los "paisajes líquidos madrileños".
Presenta una capa media y color remolacha. En nariz las frutas roja y negra están muy presentes desde el principio (frambuesa, arándanos);  la syrah le da golosura, con recuerdos a ciruela-pasa. Además hay notas florales.

En boca esa expresión frutal se mantiene. La entrada es muy agradable gracias al dulzor que aporta la fruta, bien envuelta en el tacto untuoso que le da su 14% de alcohol.
Su calidez se complementa muy bien con la acidez, que mantiene el pulso ante el alcohol, y con un punto amargo procedente de los taninos del hollejo. El vino resulta muy placentero desde su sencilla complejidad.
Estamos ante un nuevo ejemplo de la calidad que se puede encontrar hoy en la hasta hace poco desconocida región madrileña, y ante otro ejemplo de una relación calidad-precio excelente (habitual en los vinos de esta denominación). Nos costó algo menos de 3 € en un hipermercado Alcampo de Madrid.
¡Salud!

martes, 24 de julio de 2012

30 COPELOS. Sousón (40%), caíño (30%), ferrón (20%) y garnacha. Ribeiro. España.

Tras probarlo con Marcial Pita, volvemos a catar este "30 Copelos" de forma más tranquila. Estamos ante un vino de capa media, color picota vivo y ribete violáceo.
En nariz se asoma con nitidez una fruta roja madura, acompañada de un discreto y ligero tostado de la barrica. También apreciamos otros matices, como hojas secas o especias; incluso algún toque de violeta hemos advertido con el tiempo.

En boca estamos ante un vino  frutal, con su punto de dulzor agradable, muy bien combinado con la acidez y una ligera tanicidad La sensación de conjunto es placentera porque hay frescor y peso de fruta en la lengua, tiene cuerpo pero no es "pesado". 
Lo elabora la bodega Lagar do Merens, que tiene también un blanco que traeremos al blog, y nos costó 16 € en La Herencia de Baco, de Ferrol.
¡Salud!

lunes, 23 de julio de 2012

FINCA TEIRA BLANCO 2010. Treixadura, godello y torrontés. Ribeiro. España.

Continuamos con los vinos de Ribeiro y repetimos bodega. Tras probar el tinto de Finca Teira, pasamos a este blanco de color dorado, que en nariz ofrece una buena combinación de notas florales, herbáceas (más de las primeras) y frutales (con recuerdos de melocotón). Hay notas minerales que se aprecian en segundo plano.

En boca resulta fresco, con excelente acidez, aunque también  tiene cuerpo y cierta densidad, quizá producto de un buen trabajo de las lías que le da carácter.
Deja un  recuerdo prolongado en el que destacan las notas ácidas, frescas, que se combinan con un ligero amargor que se percibe en el fondo de la lengua.
Como su hermano, el tinto, se trata de un buen vino sencillo, que asegura el disfrute.  Es de esos vinos que no "se caen"; que está mejor según va pasando el tiempo y se abre. Su precio es algo inferior a los 10 € en la distribuidora María Fechoría.
¡Salud!

domingo, 22 de julio de 2012

CASAR DE SANTA INÉS BLANCO 2011. Chardonnay. Bierzo. España.

Seguimos probando los vinos de la bodega Pérez Caramés que visitamos hace un par de semanas. Tras el rosado "distinto", vamos con otro vino de esos que los mercados rechazarían por no atenerse a los cánones. Nada menos que un vino que se elabora a partir de uvas chardonnay cuyas cepas estuvieron cinco años "asilvestradas", sin tocar, como experimento para curarlas del oídio. Al parecer funcionó, pese al aspecto selvático de la plantación. Pero Pablo y Noelia tienen claro lo que quieren hacer y no flaquean en su empeño por ofrecer un producto natural, sin maquillaje enológico.
El resultado es este vino de color oro del que se han elaborado unas 1.000 botellas. En nariz, como en el caso del rosado que probamos la última vez, estamos ante algo distinto. Hay notas campestres, de hierbas y flores; pero también fruta de hueso como melocotón maduro o albaricoque seco. Además, aparecen notas de  humedad, como de corteza de queso blanco, y recuerdos de manzana asada. 
En boca nos encontramos con un vino untuoso, glicérico, gracias a su 14% de alcohol. Le viene bien que esté fresco para tomarlo.  Cuenta con buena acidez y un punto amargo, de hollejo, interesante. Queda una buena sensación frutal.

Un vino que tampoco es fácil, que no es de "manual". Probablemente, con su aire rústico, no pasaría el corte en un concurso de cata. El caso es que ahí está, para quien tenga la curiosidad, para amantes de lo imperfecto...; y para los lugareños, que son los que lo consumen en los bares de la zona.
Nos costó menos de 5 € en la bodega.
¡Salud!

sábado, 21 de julio de 2012

CASAR DE SANTA INÉS ROSADO. Bierzo. España.

Es un vino sorprendente desde el principio. Empezamos por el color,  porque, desde luego, no es "rosáceo". Está más bien entre una gama que se sitúa entre el rojizo-teja y el marrón claro.

En nariz también llama la atención. Nos reciben notas licorosas, con recuerdos a brandy y, sobre todo, a pacharán. Hay también notas herbáceas. Pasado el tiempo hemos encontrado aromas a hojarasca, y finalmente llegan notas de fruta madura. Nos hemos acordado de algún vino que se elabora con parte de la uva pasificada.
Este conjunto inusual se confirma en boca. Insistimos en lo dicho: se trata de otra cosa. Es cálido, porque tiene un 13,5% de alcohol y deja sensación de cuerpo, de volumen en boca. No obstante hay buena acidez y un interesante amargor que queda en el final de la lengua.

Desde luego, no es un rosado para los que busquen una cosa afrutada, dulzona y fresquita. Aquí no está la floralidad ni la fruta roja en sazón habituales en este género.

Cuando estuvimos en la bodega, Pablo no nos contó nada sobre su elaboración; queda en el secreto del bodeguero, aunque nos ha despertado la curiosidad, porque es un vino para los que buscan cosas distintas. 

Nos ha recordado a otra "rareza" que probamos hace pocos meses, el "Viña Tondonia 2000". Y es que tiene ese aire de vino con poca extracción, que ha pasado sus añitos en depósito y/o botella; el aire  de los viejos reservas.
Su precio en bodega es inferior a 5 €.
¡Salud!

viernes, 20 de julio de 2012

FINCA TEIRA 2010. Sousón, caíño longo, brancellao y garnacha. Ribeiro. España.


Tinto de capa alta, color picota-remolacha, y ribete violáceo. En nariz ofrece buena fruta roja madura, golosa, algo de regaliz y notas minerales, terrosas.

En boca resulta muy frutal, fresco pero con cuerpo (pese a que solo tiene 11,5% de alcohol), dejando una sensación de conjunto  muy agradable.

Se trata de un vino sencillo pero muy bien hecho, que asegura un buen rato de placer. Lo elabora la Bodega Finca Teira, otra casa que ha apostado por una viticultura muy cuidada y por producciones pequeñas, buscando la calidad.
Nos costó algo menos de 10 euros en María Fechoría.
¡Salud!

miércoles, 18 de julio de 2012

CASAR DE SANTA INÉS 1997. Merlot, cabernet sauvignon, mencía y tempranillo. Bierzo. España.

Ya escribimos sobre este vino hace unos días, con ocasión de la visita a la bodega Pérez Caramés. Fue una sorpresa muy, muy agradable. La confirmamos después con nuestro querido Josep Mas, que conoce muy bien la cultura vitivinícola bordelesa por su trabajo allí. 

Y es que este vino nos recuerda a lo (poco) que conocemos de Burdeos.
Mantiene todavía una capa intensa y un bonito color cereza-picota. El ribete muestra que estamos ante un vino del siglo pasado, con su tono teja.
En nariz encontramos complejidad, muchos matices. Hay fruta roja y un conjunto de aromas procedentes de su larga crianza: café, cuero, especias, algún recuerdo terroso...

Nada más probarlo, lo primero que nos ha venido a la cabeza ha sido la palabra suavidad.  Palabra que implica un punto de dulzor frutal, una acidez estupenda y unos taninos aterciopelados que, junto a un amargor final delicado, componen un conjunto equilibrado y muy placentero.
Un vino para disfrutar mucho rato, viendo cómo evoluciona en la copa con el tiempo. Nosotros, como tenemos varias botellas de este vino, hemos experimentado decantándolo. Al fin y al cabo es algo que hemos visto hacer mucho en Burdeos. No ha habido ningún problema; el vino ha mostrado todo su potencial. 

Seguiremos probando este Casar de Santa Inés 1997. Es una garantía de disfrute.
Por último, recordamos que su relación calidad-precio es  maravillosa: menos de 10 €. 
¡Salud!
REPETIMOS
Dos años y medio después, volvemos a encontrarnos con este vino, y las sensaciones siguen siendo excelentes. En nariz, nos da ese buqué de los reservas en los que la fruta roja (cereza) se mezcla a la perfección con notas de hojarasca, cuero, café...
Y en boca, destaca de nuevo la acidez y la ligereza y suavidad en el paladar. Queda un retrogusto maravilloso.
Todavía quedan botellas en la bodega; no podemos sino recomendar probar alguna.

martes, 17 de julio de 2012

STIBADIA 2011. Godello y treixadura. Monterrei. España.


 Tras tomar contacto con este vino en la oficina de Marcial Pita, lo probamos con tranquilidad en casa.
De color dorado pálido, en nariz muestra con intensidad notas florales y herbáceas, asociadas a  otras frutales, especialmente manzana, piña y recuerdos cítricos.


En boca muestra una excelente acidez,  un toque untuoso nada pesado y  un ligero amargor final agradable. El vino deja un buen recuerdo, con la frescura de la fruta  bien presente.


Es uno de esos vinos redondos, de factura correctísima, que impactan desde el primer trago. Es uno de esos  vinos que ganan concursos. No en vano tiene el Bacchus de Oro 2012. 
Es una apuesta segura porque, además, su precio es excelente: nos costó 6 € en la vinoteca La Herencia de Baco, de Ferrol.
¡Salud!

lunes, 16 de julio de 2012

VALENCISO RESERVA 2005. Tempranillo. Rioja. España.

Varios meses después de haber visitado a Luis Valentín y Carmen Enciso en la bodega Valenciso, volvemos a probar su reserva 2005.
El color muestra escasa evolución, mantiene un vivo color picota.

En nariz la fruta roja  (frambuesa), con notas de maduración, se percibe con nitidez. La madera (barrica francesa) está muy bien integrada, quedando en segundo plano. Distinguimos notas de café con leche (tofe), y muchos matices según se va abriendo: especias, eucalipto, trufa, y recuerdos terrosos, minerales.
  
En boca se mantienen las buenas sensaciones anteriores. La fruta mantiene su protagonismo, con  un puntito de dulzor y cierta calidez (14% de alcohol). La acidez sostiene el pulso,  hay también una  tanicidad, que no desagrada, y queda un amargor final  muy largo. Es un vino que va de menos a más, que gana en cada trago.
Confirmamos lo que ya sabíamos de esta bodega riojana: sus vinos buscan elegancia, suavidad, finura. 
Creemos que este Reserva todavía tiene una buena evolución en botella y ganará en complejidad, en la línea de los buenos clásicos riojanos.
Su precio ronda los 20 euros.
¡Salud!

domingo, 15 de julio de 2012

COTO DE GOMARIZ 2009. Treixadura, godello, loureira y albariño. Ribeiro. España.

Seguimos presentanto vinos de Ribeiro, que ha sido la última zona que hemos visitado y  en la que hemos encontrado una calidad y un potencial dignos de mención.
Este vino ya lo probamos en ese viaje, con  Josep Mas, aunque antes ya lo habíamos comprado para hacer una cata tranquila en casa. Como suele ocurrirnos, gana al contar con más tiempo y tranquilidad.
Es de color pajizo brillante. En nariz nos reciben aromas muy campestres, con mezcla de hierbas y flores. Hay recuerdos minerales, algo difícil de definir; algunos nos han dicho que es el olor producido al chascar piedras, otras veces nos recuerda al polvo del camino, a fósforo; cada uno tiene su memoria olfativa. También apreciamos notas  vegetales, como de productos de huerta (pimiento, calabacín) y algún puntito cítrico.
En boca, como ya nos pasó con el anterior ribeiro que probamos, el Eloy Gonzalo 2010, nos sorprende una salinidad, una mineralidad, que va dirigida hacia el centro de la lengua. Se completa con un tacto graso (13,5% de alcohol) y algo seco que nos han hecho pensar, incluso, en una buena Manzanilla de Sanlúcar (en Ribeiro, el verano puede tener días tórridos, más cálidos que los que se puedan registrar en las costas atlánticas andaluzas). La acidez completa bien el conjunto y hace que el vino sea largo. Permanece en el paladar, en la garganta, mucho tiempo después de haber terminado la copa.
Nos contó su creador, Xosé Luis Sebio, que era el vino del que estaba más orgulloso, al tratarse del vino "básico" de su bodega. Ahora entendemos por qué nos lo dijo.
Puede ser un vino difícil de entender para quien espere algo sencillo y "fresquito". Se trata de algo distinto, que sorprende, pero de calidad y que no va a defraudar a quien lo pruebe.
Lo compramos en la vinoteca La Herencia de Baco, de Ferrol, por 10,30€. Por cierto, es una de esas pocas vinotecas en las que puedes comprar añadas antiguas. ¡Así se hace, Don Alejandro!

 ¡Salud!