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martes, 14 de julio de 2015

ETTORE GERMANO 2013. Dolcetto d`Alba. Dolcetto d`Alba. Italia.

La bodega Ettore Germano, de Serralunga, elabora 8.000 botellas de este dolcetto. Un vino joven, de color picota y ribete violáceo. 
En nariz  aporta mucha fruta, con toques de mora fresca, y recuerdos florales (lila, violeta).
En boca resulta sabroso; conjuga la suavidad de la fruta con cierto carácter, un toque tánico muy del gusto italiano. Es un buen ejemplo de ese vino de diario que se estila en aquel país, y está muy bien hecho. 
¡Salud!

miércoles, 8 de julio de 2015

MALAVIDA 2013. Tempranillo, monastrell, cabernet sauvignon, y syrah. Valencia. España.

Bodegas Arráez elabora este vino, de capa media y color cereza que, en nariz, nos deja notas de madera tostada, café, acompañadas de fruta roja (tirando a golosa, como guinda en licor), aceituna, y un toque floral (geranio).
En boca resulta muy amable, con entrada dulce y un paso ligero para tratarse de un perfil mediterráneo, y en el que los taninos se muestran ya limados.
Muestra un perfil de vino comercial (como se advierte en el diseño de su etiqueta -toque de diseño desenfadado-) muy cuidado, fácil de beber para un público amplio que busca un vino que  oferte sencillez sin renunciar a calidad.
Su precio se encuentra entre los 5 y 10€.
Gracias, Mercedes.
¡Salud!

domingo, 5 de julio de 2015

PAMPANEO 2014. Airén. España.

Descubrir y conocer los vinos de Julián Ruiz Villanueva es una de esas cosas que, como amantes del vino, nos ha dejado huella. Habremos probado casi todos sus vinos, por lo que no queda sino ir catando añadas diferentes. Como este airén 2014 que tiene un color que no recordábamos, la verdad, con un toque anaranjado que sorprende.
En nariz muestra la intensidad que ya conocíamos: flores, notas amieladas, de especias dulces, de naranja confitada, y de frutos secos.
En boca, la acidez y cierta untuosidad, unidos a un ligerísimo amargor y a toques salinos, hacen de este vino -uno de los teóricos "sencillos" de Julián- una deliciosa experiencia. Sorprende que con apenas un 12% de alcohol tenga un cuerpo, una untuosidad, notable. 
Ya habíamos probado varias veces el 2012, y este no hace sino confirmar todo lo bueno que ya hemos escrito sobre su autor.
Y todo ello por poco más de 5 €.
¡Salud! 

viernes, 3 de julio de 2015

RUFIÁN 2013. Rufete. España.

Seguimos con Ismael Gozalo. Tras maravillarnos con dos de sus verdejos (Ilegal y La mar salada), pasamos ahora a otro de sus exclusivos (en términos de calidad y de escasa producción) y personales vinos. Rufián viene de rufete, la uva en peligro de extinción que se encuentra en el oeste de Salamanca.
Este vino nace de una parcela de apenas 1 hectárea, propiedad de Don Mauro Bergesio, con unas viñas que ya estaban catalogadasa mediados del siglo pasado. Están plantadas en el término de Miranda de Castañar, en la sierra de Francia, sobre suelos graníticos. 
Se dice de la rufete que es el hermano menor de la pinot noir (uva de poco color, con noble acidez, y perfume floral), y este vino comienza respondiendo a esas características. Capa baja y bonito color rubí.
Pasamos a olerlo. Hemos advertido las notas elegantes de la barrica, con cedro y sándalo, aunque enseguida quedan eclipsados y  nos dejamos seducir por otros aromas: regaliz, frutos rojos, chucherías, hierbas de tocador, notas ahumadas, cacao.
El paso por boca es fantástico, ligero, fresco, salino; un "vino de sed" que dicen los franceses, para beber con alegría, con o sin alimento de por medio. 
Una delicia, otra joya más de Ismael Gozalo.
Cuesta 18 € en Naturalvino.
¡Salud!

jueves, 2 de julio de 2015

AMANDA 2013. Garnacha tintorera. Vinos de la Tierra de Castilla y León. España.

Alfredo Maestro Tejero elabora, a partir de una parcela, una pequeña producción de un rosado distinto. Nada más servirlo sorprende que el "rosado de lágrima" que anuncia la etiqueta, tenga más color de tinto que de rosado. Hemos visto vinos tintos franceses con capa similar. Además, la presencia de carbónico no se limita a unas burbujitas, sino que se ha formado una verdadera corona alrededor de la copa, casi como si de un espumoso se tratase.  
Necesita aireación, hay unos aromas iniciales de reducción que necesitan disiparse. Lo primero que ofrece es una destacada mineralidad, casi arcillosa. Poco a poco aparece una fruta roja golosa, pero muy sutil, nada intensa. También surgen notas florales (lilas) y herbáceas (hojarasca, paja seca, heno).
En boca se combinan una destacada acidez cítrica, que se agarra a la lengua y permanece, provocando salivación largo rato después del último trago, y el cosquilleo del carbónico. Todo ello lo hace un vino muy fresco y fácil de beber, placentero. Hay que añadirle a estas sensaciones un ligero amargor final y una buena dosis de salinidad mineral.
Un vino equilibrado, que une ligereza y cierta untuosidad, así como un retrogusto largo.   
Habíamos probado este Amanda hace casi dos años, en una cata con el propio Alfredo, y  nos pareció singular. Hoy confirmamos aquellas impresiones,
Cuesta algo menos de 9 € en Naturalvino.
¡Salud!