Se trata de un vino de color muy oscuro (capa alta) con bordes violáceos muy bonitos.
En nariz destaca el aroma frutal: grosellas, frambuesa..; Con algo de paciencia también hemos detectado alguna nota tostada procedente de la barrica.
En boca destaca la acidez ante el dulzor. Mantiene el aroma frutal y deja un recuerdo bastante prolongado.
Como sus hermanos, blanco y rosado, su relación calidad-precio es buena al costar menos de 3 euros (Santa Cecilia, Madrid).
Con este vino concluimos la trilogía dedicada a Nuviana, bodega que realiza unos caldos más que correctos a un precio muy atractivo. Nos gustó mucho el rosado.
¡Salud!
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