Este vino, de capa media-alta y ribete muy vivo, destaca por su carácter mineral en nariz (tierra húmeda, suelo de bosque umbrío), aunque también encontramos un fondo de fruta roja.
En boca resulta agradable, con buena estructura (se integran muy bien la acidez, los taninos de la madera y el alcohol). Un vino con frescura, con personalidad, el que más nos ha gustado hasta ahora, junto al blanco (Els Bassots), de Escoda-Sanahuja.
Nos costó en la bodega unos 15 euros.¡Salud!
Segunda cata (13-09-2011)
Curiosa doble cara, como un doctor Jeckill y Mr. Hyde, la de esta bodega Escoda-Sanauja. Mientras que la línea de los Coll de Sabater da unos vinos rebeldes, difíciles de domar por sus taninos recios y su elevado grado alcohólico, que se hace notar; la cara de esta otra marca, la de Les Paradetes, es todo lo contrario. Aquí, ocho meses después de la primera cata, se sigue apreciando mucha y buena fruta roja (yogur de frambuesa), mineralidad, notas balsámicas de monte bajo, especias (vainilla) y tostado (azúcar tostada). En boca destaca la excelente compensación entre una buena acidez y un punto dulce en la entrada, que hace muy goloso a este vino. No es muy largo, pero sí muy sabroso.
¡Salud!
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