Y ahora nos tomamos un postre, un blanco dulce. Este Etim, procedente de la cooperativa situada en Falset, parte de viñas de bajo rendimiento con unos mesecitos de barrica.
En nariz apreciamos toques gomosos, minerales, por encima de las notas florales y frutales que anuncia la etiqueta.
En boca hay un buen equilibrio entre acidez y dulzor. Hay un retrogusto que recuerda a cítricos y es bastante largo.
Su precio es asequible pues cuesta algo menos de 10 euros.
Va por ti, Jesús.
¡Salud!
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