Nos acercamos a Oporto para probar un vino procedente de la mezcla de vinos de unos diez años y que elabora, a partir de numerosas variedades (touriga nacional, tinta
roriz, tinta amarela, sousao...), una de las bodegas
clásicas de esta maravillosa ciudad, Niepoort.
De precioso color, entre anaranjado y rojizo, en nariz nos encontramos ante un oporto muy reconocible, con esa mezcla de olores dulzones que sugieren notas de bombón, de miel, de madera vieja y bodega, de fruta confitada y de frutos secos (nuez).
En boca resulta muy amable; dulce y denso, con un alcohol bien integrado (no molesta aunque lo hemos probado a una temperatura por encima de lo normal). No es tan intenso en nariz, ni tan complejo, ni tan largo en boca como otros, pero tiene sus virtudes y sobre todo, es bastante asequible, entre los 20 y 30 euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario