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domingo, 19 de julio de 2009

PESQUERA, CONDADO DE HAZA Y DEHESA LA GRANJA




Hablar de Alejandro Fernández es hablar de uno de los más prestigiosos bodegueros españoles.

Pues bien, vamos a ver si se mantiene en forma. Para ello hemos elegido tres ejemplares que llevan su firma (ya analizamos El Vínculo anteriormente). Empezamos por un Vino de la Tierra de Castilla y León ( el zamorano Dehesa de la Granja) y continuamos con sus dos referencias más conocidas: Condado de Haza y, sobre todo, Pesquera (Riberas del Duero).

DEHESA LA GRANJA 2005
La tempranillo se aprecia en ese agradable olor a frambuesa. Fruta madura muy apetecible. La madera está ahí pero discreta (16 meses en roble americano), dejando un ligero aroma tostado, con un puntito balsámico.
En boca está bueno, con su dulzor y su acidez correctos. Es aromático y deja un largo final. Por ponerle un pero habría que señalar que los taninos están algo elevados. Sin duda, dentro de unos meses estará mejor.

CONDADO DE HAZA 2005 CRIANZA.
De capa algo más intensa que el anterior, en nariz tiene una mayor presencia de la madera, con notas especiadas, aunque no enmascaran la fruta madura.
En boca es sabroso, carnoso, aromático, de largo y gustoso recuerdo.

PESQUERA 2006 /2005
También nos enseña una capa alta (gran intensidad de color picota) acompañado, como el anterior, de un borde violáceo, que pasa a fucsia en el 2006.
En nariz ofrece, ante todo, la explosión de la fruta roja procedente de una uva bien seleccionada. De nuevo encontramos una madera que no resta protagonismo a la esencia frutal, aportando notas avainilladas, tostadas, con un puntito balsámico.
En boca es sabrosísimo, goloso; más equilibrado, si cabe, el 2005.

Estamos hablando de vinos que oscilan entre los 10 y los 15 euros (aquí dependemos del precio de cada establecimiento, teniendo en cuenta que la firma de Alejandro Fernández tiene un valor añadido).

Nos han gustado todos. Observamos un aire de familia en las creaciones de este bodeguero que nos resultan gratas: mucha fruta, maderas discretas y elegantes, muy ricos y agradables en boca...
Muy bien, Don Alejandro. Siga usted proporcionando momentos muy placenteros al personal. Reciba desde aquí nuestro homenaje.
¡Salud!

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