No ha mucho tiempo que presentamos el Museum crianza y nos apetecía probar el reserva.
Lógicamente se aprecia la antigüedad en el tono evolucionado, pero no aparece envejecido.
En nariz, y nada más descorcharlo, aflora el aroma a cedro (a lápiz) de la barrica. Si agitamos un poco la copa encontramos la fruta roja (y hasta notas florales) de fondo. Dándole algo más de tiempo se descubren notas achocolatadas, muy agradables.
En boca se muestra potente. Buena combinación de dulzor y acidez en la entrada. Recuerdo largo y agradable.
Nos ha gustado más que su "hermano pequeño", gracias a la complejidad que le da la crianza en el roble y su posterior afinamiento en botella.
Cuesta alrededor de los diez euros. Puede resultar interesante para conocer un vino de una denominación que trata de sacar la cabeza entre tanta calidad como hay en España.
¡Salud!
que buen vino!!espero que entre todos saquemos adelante una denominación que merece la pena por la calidad de esos tintos.
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