De capa media-alta picota, en nariz se muestra discreto aunque elegante. De inicio te encuentras con la fruta roja madura. Con el paso del tiempo la madera nos va regalando sus preciados tesoros, traídos de lejanas tierras: vainilla, canela.
En boca nos parece un vino bastante redondo. De entrada, suave y agradable; el paso por boca es sedoso, acariciador y aromático, con unos taninos perfectamente pulidos, que nos dejan un buen recuerdo.
He aquí la magia de un Rioja clásico. Teníamos algo de miedo por aquello de la "alta expresión" que reza en la etiqueta, no fuera que nos encontráramos con algún mejunje extraño disfrazado de modernidad.
El caso es que, pese a que se oigan voces acusadoras que tildan a los riojas de "trasnochados", estamos ante un vino bien hecho, de una gran añada, y que nos ofrece con sencillez muchas virtudes. La última es su precio: 5,92.
Vale, no es un vino que deba estar en el Olimpo, pero nos gusta reconocer las buenas cosas, dejándonos de prejuicios.
¡Salud!
No hay comentarios:
Publicar un comentario