Pues, a su manera, Benjamín Romeo se ha sacado de la manga este vino joven riojano.
De capa muy alta, con un vivo ribete violáceo, es intenso en nariz. Sobresale la fruta y se aprecian notas florales, como de violeta.
En boca presenta una acidez marcada que le hace muy refrescante. Buen paso por boca y agradable recuerdo.
Un vino bien hecho que permite iniciarse en el contacto con una de las máximas figuras de la enología española. No obstante, estamos ante un vino joven de casi 10€ que nos recuerda a algunos buenos maceraciones carbónicas (que cuestan la mitad). Que cada cual decida.
¡Salud!
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