Visitamos de nuevo la casa Clos Martinet, en esta ocasión con un vino elaborado con un 90 % de uva garnacha de cepas viejas y un 10 % de Syrah. Se presenta vestido muy bonito, con una capa alta color picota y un ribete rojo cereza. En nariz es muy franco y elegante, con aromas muy claros de mermelada de frutas rojas (fresa-frambuesa), monte bajo (tomillo, romero) y un fondo de mineralidad. ¿Dónde está la barrica? ¿Dónde están esos tostados que uno se espera? Pues en boca tampoco aparecen. Aquí sigue habiendo excelente fruta, muy buena acidez y un punto de dulzor -muy discreto- que lo hace muy agradable. Tiene un paso aromático y un tacto carnoso. El final es muy largo.
Se trata de un vino que se bebe con facilidad gracias a su carácter frutal y a unos taninos muy amables. Es equilibrado y elegante. Nosotros recomendamos tomarlo un pelín fresco porque, si no, su generosa carga alcohólica -14,5%- se nota demasiado.
En nuestra visita a Clos Martinet de estas Navidades pudimos comprobar como algunos de sus vinos reposaban en grandes fudres, lo que puede explicar que en este Els Escurçons nos hayamos llevado la agradable sorpresa de que "solo" encontremos fruta y mineralidad. Es inevitable ahora acordarse de otro gran Priorato que probamos hace poco. Nos referimos al Vi de la vila de Torroja, de Terroir al Limit. Nos explicó entonces Dominik Huber la diferencia existente entre los vinos del alto Priorato (Torroja), como el suyo, más frescos; y los del bajo Priorato (Gratallops), como este que comentamos ahora, más cálidos y con una fruta más madura. Entonces éramos un poco escépticos, dada la escasa distancia en kilómetros entre una y otra zona, pero ahora acabamos de comprobar que es verdad.
Lo compramos en la propia bodega y su precio es un poco elevado, más de 30 €.
¡Salud!
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