La prieto picudo se da casi en exclusiva en las tierras de León y de Zamora. En Vinoencasa ya hemos presentado algunos vinos elaborados con ella (Mittel 2009 y El Peregrino 14) y los dos nos gustaron bastante. Este Cumal lo conocimos en la bodega Lavinia de Madrid en marzo de este año, en una presentación de los vinos de la bodega Dominio dos Tares y de la que ya hicimos una crónica en el blog. Ya entonces nos llamó la atención por ser el que ofrecía menos madera tostada y más fruta. Está hecho a partir de cepas leonesas de prieto picudo de más de 90 años. Ahora lo probamos en casa detenidamente.
Se presenta con una capa alta, de color picota y ribete rojo con tonos amarronados. En nariz aparecen de principio notas ahumadas procedentes del tostado de la madera, pero dejan de tener protagonismo en cuanto agitamos la copa. Entonces se aprecia una fruta muy madura, con aromas de ciruela pasa y de regaliz. Según pasa el tiempo, gana en intensidad la mineralidad, junto -otra vez- con los tonos de la madera (vainilla y café).
La entrada en boca es tánica, un poco astringente. Al segundo trago, una vez hecho el paladar y las encías, se aprecia mejor su acidez y su concentración. Es untuoso, de paso aromático, carnoso y largo: deja un buen recuerdo frutal muy persistente.
Hemos probado a tomarlo a la temperatura que recomienda la etiqueta -17º- y también con un par de grados menos. Creemos que la sensación es más agradable un poco más fresco pues se dulcifican los taninos y se nota menos el alcohol.
Es una interesante opción la de este vino. Un prieto picudo no tan concentrado y frutal como otros que se elaboran en Zamora -más al sur-, sino con un carácter más fresco y ligero. Quizá esté aún mejor dentro de un año, cuando se integren del todo los quince meses de barrica que lleva. En cuanto al precio, esta botella de 50 cl. nos ha costado algo menos de 15 € en Lavinia de Madrid.
¡Salud!
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