Una de las bodegas visitadas por vinoencasa, durante su estancia en Galicia, fue Fillaboa, en la subzona del Condado, en torno a Salvaterra.
En nariz, nada más descorcharlo, aflora la manzana, que se ve acompañada de notas florales y tropicales (piña).
En boca nos sorprende un cosquilleo en la lengua. Las burbujitas que hemos visto en la copa nos hablan de que hay algo de carbónico. Hay muy buena acidez y un paso untuoso y aromático.
Deja un recuerdo muy largo.
Se muestra como un buen representante de los albariños actuales. Nos costó unos 10 euros en la propia bodega.
Deja un recuerdo muy largo.
Se muestra como un buen representante de los albariños actuales. Nos costó unos 10 euros en la propia bodega.
En cuanto a la visita que hicimos en la bodega, junto a Belén, nos encontramos ante 70 hectáreas en un paraje precioso, junto al Miño y al Tea, enfrente de Portugal. En un territorio tan fragmentado como es el gallego nos llama la atención la extensión de viñedos con los que cuentan. Quizá tenga algo que ver el pasado de esta finca, ligada a la nobleza desde hace siglos. Su historia más reciente pasa por su adquisición, en 2001, por parte de la familia Masaveu, que cuenta con varios negocios y bodegas en Rioja (Murúa) y Navarra (Pagos de Araiz), además de esta.
La subzona se caracteriza por un suelo arenoso y clima atlántico. Suponemos que lo diferencial es ese suelo.
En Fillaboa cultivan solo albariño, en parra la mayoría. Solo las que tienen mejor exposición al sol, como Monte Alto, se disponen en espalderas.
La búsqueda de la calidad en esta firma pasa por aspectos como trabajar solo con uva propia y no comprar, y por la vendimia manual (que este año se adelanta a la semana final de agosto). También usan levaduras autóctonas, aunque procuran que no interrumpan su ciclo natural añadiéndole nutrientes.
La subzona se caracteriza por un suelo arenoso y clima atlántico. Suponemos que lo diferencial es ese suelo.
En Fillaboa cultivan solo albariño, en parra la mayoría. Solo las que tienen mejor exposición al sol, como Monte Alto, se disponen en espalderas.
Elaboran un vino joven, muy reconocible en nariz (tono herbáceo que acaba en fruta tropical), pero sin los excesos que ya hemos advertido en otros. También hacen un crianza sobre lías de una sola finca: el Finca Monte Alto, su vino de alta gama. Y ya no hacen el fermentado en barrica (el último fue el del 2006).
¡Salud!
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