Un vino blanco de color dorado pálido que, en nariz, nos da notas herbáceas con un toque bastante particular de laurel.
En boca nos ha sorprendido favorablemente. Tiene un buen equilibrio entre acidez y dulzor. Es de esos vinos que se expanden, que tienen cuerpo y carácter, y no te dejan indiferente.
Muy sencillo, pero muy bueno. Nos costó 3,58 euros en un supermercado cercano a La Guardia, en Pontevedra. Un perfecto ejemplo del potencial que encierra España en materia de vinos: insuperable en la relación calidad-precio.
En boca nos ha sorprendido favorablemente. Tiene un buen equilibrio entre acidez y dulzor. Es de esos vinos que se expanden, que tienen cuerpo y carácter, y no te dejan indiferente.
Muy sencillo, pero muy bueno. Nos costó 3,58 euros en un supermercado cercano a La Guardia, en Pontevedra. Un perfecto ejemplo del potencial que encierra España en materia de vinos: insuperable en la relación calidad-precio.
¡Salud!
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