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jueves, 26 de enero de 2012

VIÑA MERINO 2011. Sauvignon blanc. España.

¿Cuántos millones de litros de vino producirán al año las cooperativas españolas? Muchos, sin duda. Pero, de ellos, ¿cuántos se venderán embotellados? Seguramente que muy pocos, pues la mayor parte de esa ingente producción debe salir de España hacia el exterior a granel y a precios irrisorios. 
Aquí presentamos un buen ejemplo de lo bueno que se hace en esas cooperativas, en concreto en la de San Antonio de Padua, de Cabezamesada, en Toledo. Aquí, unos pocos socios han plantado cepas de sauvignon blanc y, tras su segunda cosecha, nos ofrecen este Viña Merino de color amarillo pajizo con irisaciones doradas.
En nariz, desde el mismo descorche, antes de servirlo aún en la copa, hay un intenso aroma frutal. Inicialmente huele a frutas de hueso (melocotón, paraguaya), a plátano, a melón maduro. También hay un fondo floral (flor blanca) y de hierba recién cortada (heno). Según pasa el tiempo, la fruta de hueso inicial va hacia terrenos más tropicales (mango).
Toda esa carga frutal la volvemos a percibir al probarlo. Es un vino muy goloso, aunque de recorrido algo corto. El tacto es untuoso. La percepción de este zumo en la boca pasa pronto y queda una sensación ligeramente ardiente, señal de que, por un lado, le falta algo de acidez y de que, por otro, tiene algo subido el alcohol, aunque la etiqueta no da ninguna información ¿Un verano muy cálido, quizás?, ¿o es que esta sauvignon blanc tan propia de climas más fríos no termina de desarrollar todo su potencial en estas latitudes manchegas? Habrá que esperar a nuevas añadas que, sin duda, irán mejorando un vino que ya promete.
La experiencia ha sido placentera y más si sabemos que su precio es de 3€. No se puede dar más por menos. Gracias, Luis.
¡Salud!

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