Volvemos a invitar a nuestro blog a Telmo Rodríguez. De vez en cuando nos regalamos uno de sus vinos, que es una interesante forma de viajar por la geografía española sin salir de casa. Hoy toca Cebreros, Ávila, tierra dura, de elevada altitud y clima áspero; pero en la que también hay viñas, y viñas viejas de garnacha.
Pues bien, algo le debió gustar a Telmo porque se lanzó a elaborar este vino de una serie de 9.600 botellas, con el que ha vuelto a poner al pueblo abulense en el mapa vitivinícola hispano. Y lo ha hecho no con uno, sino con dos vinos, los Pegaso. Con ellos ha diseñado un bonito experimento sensorial ya que hay un Pegaso elaborado sobre suelo granítico, el que traemos hoy, y otro sobre pizarras, que ya presentaremos más adelante.
Este Pegaso Granito se muestra con capa alta y ribete violáceo-fucsia vivo, pese a ser un 2008, .
En nariz, desde el principio, se asoma la fruta roja madura (fresa, frambuesa) bien envuelta en una madera con ligero tostado. También percibimos recuerdos minerales y balsámicos, como mentolados.
En boca el vino todavía gana más. Su entrada es golosita y la fruta está siempre en el paladar. Hay buen equilibrio entre acidez y un alcohol generoso (15%) que nos recuerda a los vinos mediterráneos.
Muy agradable de beber, aunque, eso sí, su precio es para tenerlo en cuenta, ya que ronda los 30 euros.
¡Salud!
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