El lunes 2 de abril habíamos quedado con Ferruccio Grimaldi, responsable de la bodega Giacomo Grimaldi, de la que ya conocíamos su Pistín 2002 . Este vino lo probamos el pasado verano y nos gustó mucho, así que veníamos a la bodega con las expectativas muy altas. Llegamos a la hora pactada, las 10 de la mañana, pero resultó que Ferruccio estaba trabajando en la viña y no lo podía dejar porque las previsiones del tiempo eran malas. Así que fue su mujer, Erika, la que nos recibió. Antes tuvimos el placer de que nos saliera a saludar el "Nonno" Giacomo, hijo del fundador de la bodega y padre de Ferruccio. Nos debió de dedicar unas palabras de bienvenida, pero entre nuestra escasa competencia en italiano y la dificultosa pronunciación propia de las personas mayores, la verdad es que no le entendimos mucho. Afortunadamente, al poco salió Erika acompañada de su bebé - Giacomo, como el abuelo - y nos invitó a entrar en la casa, pues era allí donde íbamos a realizar la entrevista y no en la bodega. Pasamos a la sala de degustación y en los ratos en que el pequeño Giacomo no requería la atención de su madre - escasos y de corta duración - Erika nos habló de la diferencia existente entre un Barolo tradicional y un Barolo moderno.
Los viñedos con su característica tierra grisácea |
Era nuestra primera toma de contacto con las bodegas de esta prestigiosa denominación italiana y, por tanto, la primera opinión que recogíamos acerca de esta cuestión. En días sucesivos, como ya hemos podido comprobar en otras regiones vinícolas del mundo, constatamos que cada bodeguero tiene su propia versión sobre este alejamiento del Barolo tradicional y que ninguno se cataloga a sí mismo como estrictamente moderno.
Las colinas de la región de Barolo |
Vista del pueblo de Barolo |
Barolo ha sido siempre un nombre mítico entre los vinos italianos. Ellos lo llaman "il re degli vini d´Italia". Desde los años 80 su fama se ha incrementado hasta convertirlo en uno de los más prestigiosos del mundo. Para que un vino pueda denominarse Barolo, ha de proceder solo de uva
nebbiolo y haber tenido, al menos, dos años de crianza en barrica y uno
de afinamiento en botella; pero es a partir de los 5 ó 6 años cuando los taninos y la acidez se suavizan y cuando de verdad empiezan a estar en su momento óptimo de consumo.
Barolo, con el pueblo de Grinzane Cavour, al fondo |
En un rato en que el pequeño Giacomo parecía entretenerse solo, Erika pudo traer unas botellas a la mesa para que probáramos los vinos que elabora la bodega. Comenzamos con el ya citado Pistín. Nos lo presentó como su vino más sencillo, el que sirve para acompañar todas las comidas de a diario. Un vino de una gran honestidad frutal, afinado exclusivamente en acciaio (depósito de acero inoxidable). Está elaborado con uva barbera 100% y pertenece a la denominación Barbera d´Alba.
Restaurante Locanda nel Borgo Antico |
Después probamos otro Barolo de Grimaldi que se elabora como un cru, al estilo francés: un único viñedo de un solo territorio. Era el Nebbiolo d´Alba 2009 Valmaggiore. Procede de un viñedo adquirido por Ferruccio en 1996, de cepas viejas de nebbiolo, con una pendiente tan acusada que hace imposible la mecanización del trabajo agrícola.
Como el jovencito Giacomo reclamaba a su madre con mayor insistencia según pasaban los minutos, agradecimos a Erika su atención, paciencia y amabilidad, y dimos por terminada la entrevista. Salimos de la cantina Grimaldi con la sensación de que aún nos quedaban muchas dudas sobre qué era un verdadero Barolo y sobre las causas de su fama mundial. Afortunadamente, todavía nos quedaban días para averiguarlo.
¡Salud!
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