EN INSTAGRAM

Sígueme también en Instagram

jueves, 17 de mayo de 2012

CANARIAS, PARAÍSO DEL VINO DULCE.

Francisco del Castillo
El pasado 10 de Mayo asistimos en la sede de la U.E.C. en Madrid a una cata de vinos dulces canarios dirigida por Francisco del Castillo, profesor de anásilis sensorial. Comenzó haciendo un repaso por la originalidad geográfica de las Islas Canarias, con diversos microclimas determinados por la altitud y por masas de aire de características muy contrastadas, entre otros factores; a lo que hay que sumar unos suelos de origen volcánico.


Después realizó un acercamiento a los vinos dulces canarios, centrándose en dos tipos: los naturalmente dulces, producto de la pasificación de la uva en la cepa; y los mistelas o vinos de licor, con encabezamiento de alcohol vínico. También son dos principalmente las uvas que se utilizan: la moscatel y la malvasía. Hubo tiempo para tocar temas como el relativo escaso desarrollo de la viticultura canaria, o los problemas que genera una legislación europea demasiado permisiva o laxa para los vinos dulces, algo que a juicio de nuestro interlocutor puede deberse a la presión de determinadas regiones (algunas de peso, como Sauternes) para que muchos de sus productos no queden fuera de las clasificaciones oficiales.
Estos son los vinos que catamos:

RUBICÓN MOSCATEL 2011.
De color dorado muy brillante, ofrece con limpieza aromas muy típicos de la variedad: cítricos y florales (jazmín, rosa, geranio), junto con notas de cáscara de fruto seco. En boca se muestra algo falto de acidez, con un paso ligero y de tacto untuoso. Final algo cálido, a pesar de que solo tiene 13º de alcohol y no alcanza los 15º mínimos del vino de licor que anuncia la etiqueta.

MOSCATEL NATURALMENTE DULCE BERMEJO
Presenta un color de oro viejo, con tonos ambarinos. Más complejo en nariz que el anterior. Con notas empireumáticas (goma quemada, humo, ceniza) y cítricas (corteza de naranja, roscón). La flor queda en un segundo plano (jazmín, rosa). Es más untuoso en la boca y más mineral, con recuerdos tostados de malta. También a este le falta acidez, incluso se le detecta algún síntoma de oxidación. Es quizá el más interesante en cuanto a la relación calidad-precio (entre 10 y 15 euros).

TENEGUÍA SABRO/GUAL NATURALMENTE DULCE 2011
Es el único de los vinos que catamos que no estaban elaborados con moscatel o malvasía, sino con una mezcla de uvas sabro y gual.  Con un color ámbar, de azúcar tostado, en sus aromas domina la potencia de la gual, con notas ahumadas, de palomitas de maíz y minerales que se acercan a lo medicinal; la hojarasca, el fruto seco (almendra) y la fruta pasificada (higo seco). Resultó muy llamativo por lo diferente, aunque no es un vino que pueda gustar a todo el mundo; son aromas que se alejan de lo habitual. En boca se aprecian sabores acaramelados y melosos, con mayor equilibrio entre dulzor y acidez. Es muy persistente.
A continuación, el resto de vinos fueron 100% malvasía:
CANARI
Las bodegas El Grifo de Lanzarote elaboran este Canari según el sistema de soleras y criaderas. Tiene color de brandy y de miel. Huele como un oloroso de Jerez (un vino peligrosísimo para una cata a ciegas). Hay barnices, maderas viejas, vainilla y fruto seco. Sus 17º de alcohol se notan levemente en el olfato. Al probarlo también es un poco ardiente, con tonos licorosos. Tiene acidez, pero no compensa su generoso alcohol. No es muy dulce, incluso en el final domina el amargor. Es muy largo.

STRATVS MALVASÍA NATURALMENTE DULCE 2008
Es el que presenta una malvasía más identificable. En la copa ofrece tonos ambarinos y de azúcar tostada. En nariz domina la fruta (pera en almíbar, higo en conserva, naranja confitada). El paso por boca es denso, untuoso, y provoca salivación, signo de su buena acidez. Se notan sabores cítricos. Es largo.

TESTAMENTO MALVASÍA ESENCIA 2008
La cooperativa Cumbres de Abona, de Tenerife, presenta este vino de color ambar con tonos anaranjados. Dominan los aromas cítricos (corteza de naranja) mezclados con notas minerales (hongo, tierra húmeda y ceniza). Hay un fondo amielado. 
Se aprecia, con notas de hidrocarburo, quemazón, el golpe de calor que debieron experimentar las cepas en el verano de su vendimia.
En boca presenta interesantes matices, desde el dulzor de la entrada hasta el amargor final; no obstante está en la frontera del empalago, a punto de cruzarla. El paso es untuoso, con sensación cálida.
VIÑÁTIGO MALVASÍA CLÁSICO 2005
De esta bodega ya hemos probado algunos vinos y los hemos reseñado en el blog. Este malvasía, cuyo color tira también por los colores ambarinos y cobrizos, muestra variedad aromática, aunque tarda algo en expresarse, ya que son muchos años  de permanencia en botella: notas minerales y tostadas, caucho,  florales, cítricas, fruta exótica. Esos aromas se perciben bien cuando lo probamos. Es  otro vino que se encuentra dentro de los asequibles, alrededor de los 15 €.


TENEGUÍA MALVASÍA DULCE BOTRYTIS 2008
Vino procedente de La Palma en el que entra un pequeño porcentaje de uva botritizada en su elaboración. Hay aromas lácteos (queso curado en cueva), de madera vieja y de oloroso de Jerez, también notas amieladas,  de membrillo.
En boca es complejo, algo salino, con un final amargo, de licor de almendra (recuerda a un amareto). Es muy largo.
Nos quedamos con una buena impresión  de estos vinos; son una muestra de la singularidad y riqueza que tiene España en esta materia. Es una pena que cada vez se consuman menos y que sea difícil conseguirlos lejos de las Islas. También  hay que tener en cuenta que algunas botellas son caras.
¡Salud!   

No hay comentarios:

Publicar un comentario