La bodega Pontet-Canet
elabora dos vinos: uno, Grand Cru Classé, es el Châteu Pontet-Canet; y
otro, Les Hauts de Pontet-Canet, que es el que traemos hoy a Vinoencasa.
Hecho casi a partes iguales con cabernet sauvignon y merlot (salvo un
pequeño porcentaje de cabernet franc y petit verdot), procede de viñedos
de cultivo biodinámico y tiene una crianza de doce meses en barricas de
segundo año.
En la copa aparece con un color rojo picota, una capa media y un ribete rojo rubí aún muy vivo. En nariz los primeros aromas son de cuero, betún y algo de ahumado. Muy pronto aparece también una abundante fruta roja (frambuesa), que se va intensificando con el tiempo, acompañada de especias (pimienta).
En boca hay buena fruta, acidez y mineralidad. Los taninos se hacen notar, pero en el buen sentido. No hay nada de astringencias ni asperezas, todo lo contrario. El vino se agarra al paladar y permanece ahí mucho tiempo, por lo que es larguísimo. La acidez y un ligero amargor final provocan un final largo y más que agradable. Es un vino elegante y equilibrado, hecho para disfrutar.
En la copa aparece con un color rojo picota, una capa media y un ribete rojo rubí aún muy vivo. En nariz los primeros aromas son de cuero, betún y algo de ahumado. Muy pronto aparece también una abundante fruta roja (frambuesa), que se va intensificando con el tiempo, acompañada de especias (pimienta).
En boca hay buena fruta, acidez y mineralidad. Los taninos se hacen notar, pero en el buen sentido. No hay nada de astringencias ni asperezas, todo lo contrario. El vino se agarra al paladar y permanece ahí mucho tiempo, por lo que es larguísimo. La acidez y un ligero amargor final provocan un final largo y más que agradable. Es un vino elegante y equilibrado, hecho para disfrutar.
La gran región vinícola de Burdeos está dividida, primero, por el río Garona, que separa sus tierras en dos riberas: izquierda y derecha. La margen izquierda, a su vez, se fragmenta en otras tres grandes zonas que son, río arriba, el Médoc, Graves y Sauternes; mientras que en la derecha encontramos, en el mismo orden, Blayais, Libournais y Entre-deux-Mères. Pero esto no acaba aquí, pues dentro de cada una de estas divisiones hay decenas de otras denominaciones más pequeñas que llevan el nombre de alguno de los muchos pueblos de la región. En el caso del vino que hoy nos ocupa, pertenece a la denominación Pauillac, que se encuentra en el centro mismo del Médoc, y se elabora en una bodega cuyos viñedos son vecinos con los famosísimos de Mouton Rothschild, de donde sale el mítico Château Lafite.
Nos costó algo más de 30€ en la vinoteca Tierra, de Madrid.
¡Salud!
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