Cuando a principios de julio visitamos la bodega Pérez Caramés en Villafranca del Bierzo, León, Pablo, su actual propietario, nos habló con mucho cariño de su tío Paco -Francisco Pérez Caramés- como uno de los primeros viticultores que se decidieron en el Bierzo a abandonar el uso de herbicidas y plaguicidas químicos y seguir una agricultura y unas prácticas en la bodega respetuosas con el medio ambiente. Él es el responsable de este gran reserva de 1994 que no tiene la etiqueta del Bierzo porque en su coupage aparecen variedades no admitidas por la Denominación. Recordemos que en Vinoencasa ya tenemos reseñada la cosecha 1997 de este mismo vino.
Con una capa media-baja color picota y un ribete en el que ya se aprecian tonos evolucionados hacia el teja, este vino nos indica que ya tiene unos años, pero que aún podría durar algunos más en la botella. En nariz apreciamos notas tostadas acarameladas y avainilladas, especias (pimienta) y un fondo de fruta roja (fresón maduro). Con el tiempo aparecen también aromas balsámicos (mentolados) y herbáceos (pétalos de flor seca).
En boca la entrada es muy delicada. Se aprecia aún muy buena fruta y acidez. Los taninos son suavísimos y el paso por la lengua y el paladar es acariciador. Ha envejecido muy bien y está ahora en un gran momento por su equilibrio y su elegancia. Nos ha recordado a algún buen Burdeos con bastantes años en botella. Lo compramos en la misma bodega y nos costó algo más de 10 €.
¡Salud!
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