La UEC está haciendo un seguimiento de los vinos de Toscana a través de unas catas trimestrales. A la última a la que asistimos, Luis Vida nos habló de los vinos de la Toscana litoral, donde se encuentran las denominaciones de Bolgheri, Maremma Toscana y Morellino di Scansano (TOSCANA Y SUS OTROS VINOS). En la cata de la semana pasada el mismo ponente, Luis Vida, se centró en el Vino Nobile de Montepulciano, región situada en torno a esta bella localidad toscana a unos 70 kms. al suroeste de Siena, muy cercana al lago Trasimeno.
En el pasado los vinos de Montepulciano han estado siempre peor considerados que los de las regiones vecinas de Chianti y de Brunello de Montalcino. Mientras que Chianti copaba el mercado nacional, los Brunellos adquirían gran prestigio internacional con el auge de los supertoscanos y se vendían a precios muy elevados. Pero desde que el Vino Nobile se convierte en el primero en serle otorgada la Denominación de Origen Controlada y Garantizada (DOCG) en 1980, compite en pie de igualdad con sus hermanos toscanos y gana, año tras año, prestigio y cuota de mercado debido a su excelente relación calidad-precio.
Montepulciano goza de un clima de tipo mediterráneo templado, con veranos calurosos pero con inviernos no excesivamente fríos. Los suelos dominantes son de caliza con arcilla. Las mejores parcelas se encuentran en las laderas con orientación sur sureste de lo que en su día fue un volcán, el monte Poliziano, que ha dado nombre a la región. En las zonas bajas predomina la arcilla, pero en las más elevadas, hacia 600-650 m., el suelo es arenoso volcánico, lo que diferencia a estos vinos de los del resto de Toscana.
La uva principal es la sangiovese, aquí llamada prunello gentile. Por ley, el Vino Nobile debe estar elaborado con un mínimo del 70% de esta uva. Las otras variedades permitidas son la canaiolo nero, mammolo, colorino, merlot, cabernet sauvignon y pinot noir entre las tintas. Se permite añadir un máximo del 10% de uva blanca, malvasía sobre todo.
En cuanto a las crianzas, lo tradicional ha sido la utilización de grandes botas usadas de roble esloveno y las crianzas largas, aunque hoy ya se están imponiendo en muchas bodegas las barricas bordelesas de roble francés. El reglamento establece tres tipos de vino según su crianza:
1. El Vino Rosso: vino joven, una denominación de 2ª categoría para hacer más exclusivos los vinos superiores.
2. El Vino Nobile: con dos años de crianza mínima y tres formas posibles de envejecimiento:
a) 12 meses en botas, 6 meses en otros depósitos y 6 meses en botella.
b) 18 meses en botas y 6 en botella.
c) 24 meses en botas.
3. El Reserva: con tres años de crianza mínima, de los cuales 6 meses en botella son obligatorios.
Se trata de vinos de crianza media-larga. Cuando salen al mercado todavía están jóvenes. Evolucionan mejor en los próximos 5 u 8 años. Los mejores, incluso en 12 años. Y el Reserva va hasta los 20 años.
No son vinos cargados de color, sino más bien de capa media y ribete ligeramente evolucionado hacia tonos rubíes. Dan aromas de frutas rojas y negras, especias, flores y minerales. En boca hay una fruta roja en sazón y algunos pueden resultar algo secos, sobre todo si se comparan con los vinos españoles. Los taninos están muy marcados y en los mejores combinan perfectamente con una buena acidez.
Las añadas que catamos fueron 2008 y 2009. La primera fue un año difícil, con una primavera lluviosa, un verano seco y lluvias en vendimia. Dio vinos más ligeros, menos frutales y más ácidos. Son buenos para guarda. La de 2009 fue una añada de mejor climatología. Aunque se trata de vinos aún muy jóvenes, tienen taninos suaves y gran posibilidad de envejecimiento.
Los vinos que catamos fueron los siguientes:
LA BRACCESCA 2008
Con aromas florales (violeta), herbáceos (paja, hojarasca), de fruta roja en sazón, terrosos y especiados (canela, peras al vino). No se nota nada de alcohol ni de madera. Con el tiempo aparecen notas balsámicas.
En boca, en la entrada destaca por su acidez y su sequedad. Tiene un tanino delicado que da cierto amargor al final. El paso es ligero y acaricia el paladar. Es un vino muy delicado, equilibrado y muy placentero. Excelente manera de empezar la cata. Su precio ronda los 15€.
SALCHETO 2008
De color algo más evolucionado, presenta algo de reducción al principio. En nariz destacan las notas balsámicas y de especias. La fruta está muy escondida. Es muy austero. En boca resulta un poco pobre en fruta y con unos taninos más verdes. Cuesta unos 14 €.
BINDELLA 2008
Mas cubierto de color que los anteriores. Con una nariz en la que aparecen notas balsámicas (mentolados, regaliz, anisados), fruta roja madura (fresón), licorosas (cerezas en licor) y cuero. Con el tiempo evoluciona hacia las especias dulces.
En boca tiene una fruta madura que lo hace goloso. Presenta un cuerpo medio y los taninos están menos marcados, con menos amargor. En ese sentido es el vino que más se acerca a los gustos españoles, aunque la madera (para bien) no se nota. Deja un gran recuerdo. Cuesta unos 15 €.
TORCALVANO 2008
De aspecto más joven que sus compañeros de añada y con una capa más alta. En nariz apreciamos aromas florales dulces (lilas), futa roja acompotada y especias. Además, aparecen notas terrosas, de hierbas de monte, tostadas (cacao) y de tabaco. Es el que presenta mayor complejidad aromática de toda la cata.
En boca hay muy buena acidez, que acompaña todo su recorrido. Tiene un punto seco (al gusto italiano); algo de salinidad mineral. Resulta ligero, con un tanino marcado al final, y una vía retronasal muy especiada. Nos ha gustado mucho, pero mejorará todavía en botella para suavizar más el tanino.
DEI MARÍA CATERINA 2009
De capa media y ribete rubí. Al principio destacan notas minerales y ahumadas (humo, ceniza) y herbáceas (laurel). Tras agitar, aparecen especias (cacao) y anisados (regaliz, juanola). La fruta roja se muestra un poco después, buena fruta roja en sazón.
En boca es más "brunello" -dijo alguien-;más denso, más mineral. Apunta buenas maneras, si bien puede mejorar con un poco más de guarda en botella. Evolucionará de forma positiva porque los taninos ya están finos.
FATTORIA DEL CERRO 2009
Nos pareció que, tras unas primeras notas aromáticas de tostados dulces (caramelo, flan), predominaban en exceso las notas animales (cuero) y lácteas. El consenso es que había algo de suciedad en la nariz de este vino y que posiblemente estuviera afectado por brettanomyces. Puede que fuera mala suerte, pero el caso es que se detectaba por igual en las dos botellas que abrimos. Habrá que probarlo en otra ocasión.
La conclusión final, tras la cata, es que el Vino Nobile es una alternativa muy razonable a los supertoscanos y a los brunellos, muy subidos de precio.
¡Salud!
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