En la noche de difuntos, que ahora tenemos que llamar de Halloween, convocamos a la bruja...Avería. Y encima, funestos presagios acompañan la cata, pues estamos en nodo lunar. ¿Cómo? Sí, en nodo lunar.
Recordamos que estamos en nuestro experimento casero de cata biodinámica y hoy toca este día, que está desaconsejado para la práctica agrícola y para la cata.
Recordamos que estamos en nuestro experimento casero de cata biodinámica y hoy toca este día, que está desaconsejado para la práctica agrícola y para la cata.
El caso es que no tenemos miedo y nos lanzamos a probar este tinto de color cereza o rubí y capa baja, como gusta a sus creadores, Comando G, de los que ya hemos hablado varias veces en el blog. Ya conocíamos la añada 2010, que nos sorprendió gratamente.
En nariz nos hemos encontrado con la fruta roja de la garnacha bien acompañada de notas del monte de la sierra oeste de Madrid, con su jara y su tomillo; también algún recuerdo floral. Matices terrosos complementan este cuadro.
En boca nos hallamos ante un vino poderoso, con una carga alcohólica (14,5% -se notan-) y una acidez que sostienen un interesante pulso, y unos taninos frutales que se sienten aunque no desagradan. Creemos, no obstante, que con algún tiempo más en botella, este vino se puede afinar y mejorar en boca.
En cuanto al nodo lunar...; no parece que nos haya afectado en demasía. Hemos dejado algo más de la mitad de la botella para el día siguiente (día-raíz) y no hemos advertido cambios.
En cuanto al nodo lunar...; no parece que nos haya afectado en demasía. Hemos dejado algo más de la mitad de la botella para el día siguiente (día-raíz) y no hemos advertido cambios.
Nos costó 12,90 en Lavinia.
¡Salud!
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