Tras la sorpresa que supuso conocer los vinos blancos tranquilos de Bodegas Robles, y especialmente éste (por la mezcla de variedades que lleva), y, tras la visita a la bodega de hace unas semanas, repetimos experiencia.
Muestra su juventud en el tono verdoso dominante que tiene. En nariz ya nos sorprendió en su momento (añada 2011) las notas de piña que salían de la copa, pues bien, la piña sigue ahí, aunque no se trata de una sensación empalagosa, sino fresca; también hay espacio para la fruta blanca (pera, manzana).
En esta cata de la añada 2012 nos hemos concentrado en las sensaciones en boca. Nos gusta la mezcla de acidez, cierta untuosidad, un punto seco, y unas notas amargas que aportan carácter. Es un buen contraste con las sensaciones en nariz. Como tenemos alguna botella más, le haremos un seguimiento, para ver si hay algún tipo de evolución.
Sin duda, estamos ante un buen vino y ante un vino para sorprender; y por menos de 10 €.
¡Salud!
REPETIMOS:
Unos meses después lo volvemos a probar. En nariz encontramos también notas herbáceas. En boca muestra la complejidad que ya conocíamos. Nos resulta, con algo más de tiempo en botella, aún más agradable; el vino está más "redondo".
REPETIMOS:
Unos meses después lo volvemos a probar. En nariz encontramos también notas herbáceas. En boca muestra la complejidad que ya conocíamos. Nos resulta, con algo más de tiempo en botella, aún más agradable; el vino está más "redondo".
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