Volvemos a Burdeos para probar este vino de capa alta y ribete que empieza a mostrar cierta evolución.
Se muestra algo cerrado al principio, por lo que no tardamos en decantarlo (procedimiento muy habitual en la región, como pudimos comprobar cuando la visitamos).
Se perciben buena fruta madura: fresa, algo de arándano, a lo que añadimos especias, cuero, tinta china.
En boca tienen una estructura potente pero equilibrada; muestra un cuerpo entre ligero y medio.
Resulta sabroso, elegante. Cuenta con una puntita de dulzor inicial que le hace apetecible en todo momento.
Un buen vino para celebrar una buena noticia, como la próxima paternidad de Antonio.
¡Salud!
No hay comentarios:
Publicar un comentario