Nicolás Marcos es quien está detras del proyecto Dominio del Urogallo, una bodega asturiana, sí, asturiana (que los romanos llegaron hasta el Cantábrico), que está revitalizando, aunque sea a pequeña escala, el panorama vinícola en esa región que se asocia popularmente a la sidra.
De capa alta y ribete de furioso fucsia, en nariz nos deja notas florales, fruta negra (arándanos, frutas del bosque), regaliz, y terrosas.
En boca, no podía ser menos tratándose de aquellas latitudes, resulta fresco; pero ¡ojo! tiene un cuerpo, un volumen, que sorprende, como también su tanicidad, muy elegante en su ligero y persistente amargor. Tiene hasta cierta salinidad que completa al conjunto.
Un vino que nace en suelos negros como el carbón, en un clima de inviernos húmedos y veranos relativamente calurosos, en el entorno de Cangas del Narcea; con una agricultura biodinámica (que obliga a muchísimo cuidado en la tierra, dada la humedad ambiental), y con una filosofía natural en todo el trabajo en bodega (sin sulfuroso añadido).
Tiene una crianza en barrica, de algo más de un año, que nos parece formidable, ya que la madera parece que no existe.
Una primer añada, la de este La fanfarria, que promete mucho y todo bueno. Enhorabuena, Don Nicolás. Es usted un valiente y un maestro.
Conocíamos ya los Pésico, blanco y tinto, vinos de más postín dentro de este proyecto. Este tinto "sencillo" muestra que hay gran calidad detrás del mismo. Pues venga ¡puxa Asturies!
Cuesta 11 € en Natural cien por cien.
¡Salud!
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