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jueves, 6 de enero de 2011

ELS BASSOTS 2007. Chenin blanc. D.O. Conca de Barberá. España.


Nuestro periplo por el Priorat, ampliado al Montsant, culminó con un par de incursiones fuera de estos enclaves. Uno de ellos nos llevó a una comarca pequeñita entre el Priorat y Penedés.
Aquí está Joan Ramón, propietario de la bodega Escoda-Sanahuja, que tiene una particularidad: ha apostado por la biodinámica. Esta idea, nada extraña allende los Pirineos, consiste (a grandes rasgos) en respetar al máximo la naturaleza, para dejar que el cultivo, en este caso la vid, se desarrolle dentro de un ecosistema equilibrado. Por ello se evita la intervención de agentes químicos, aunque es necesario azufrar las viñas un par de veces al año (menos que en otras explotaciones convencionales). La planta recibirá el agua de la lluvia de ese año y la influencia de la microflora y microfauna cercanas. De este modo podemos apreciar en las parcelas de esta bodega mucha vida vegetal. La tierra también recibe ciertos preparados naturales, el equivalente a los productos de herbolario, para mantenerla en óptimas condiciones.
A la hora de elaborar los vinos no hay un único modelo estandarizado. Así hemos podido probar la última idea de Joan Ramón y su amigo Laureano Serres, el "Vamos, vamos", un vino fermentado y criado en tinajas. Los vinos no sufren clarificaciones ni filtrados. Tampoco se les añade sulfitos. Nos dice Joan Ramón que el propio vino puede generar una pequeña dosis de estos.
El vino que presentamos hoy es un blanco procedente de una parcelita al pie de un gran resalte montañoso cubierto por bosque.

Nada más verterlo en la copa se aprecia que estamos ante algo distinto: tiene el color y la turbidez del mosto.
En nariz presenta gran variedad de aromas: a sidrería, a campo (hinojo, heno, tierra húmeda). No es un vino fácil de esos en los que te aparece con nitidez un aroma floral y frutal limpio y definido, como rezan los manuales de cata. Por el contrario, el olfato se va estimulando continuamente. Hay también notas ahumadas y gomosas (más en una segunda botella).
En boca presenta una acidez excelente. Tiene extracto, toda esa materia vegetal que se deposita en la lengua. Sin embargo no resulta pesado. El tacto es ligero, casi acuoso. Además deja un recuerdo muy persistente.
Nos costó 10 euros en la bodega. Precio excelente para un vino que está en restaurantes como El Bulli o el recientemente reconocido como mejor restaurante del mundo, el danés NOMA
Joan Ramón, un tipo que destila buen rollo, es de esos que no quiere hacerse rico, sino vivir con sencillez disfrutando de lo que hace, por eso se permite esos precios.
¡Salud!

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