Repetimos experiencia con otro ejemplar de la bodega jerezana Emilio Hidalgo (el mes pasado probamos el Gobernador, oloroso seco).
De color oro, en nariz se asoman pronto los aromas a frutos secos, notas ahumadas, y un fondo yodado. Elegante.
En boca resulta finísimo, sedoso, destacando el punto salado en la parte delantera central de la lengua. El paladar se llena de aromas y el recuerdo es larguísimo.
Nos costó 18 euros en La Tintorería.
¡Salud!
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