Otro vino natural, procedente, en este caso, de la bodega Naranjuez. Se trata de una pequeña bodega granadina, con apenas 2 hectáreas, creada por Antonio Vílchez, que está ligado por lazos familiares (según hemos leído) a Manuel Valenzuela, de Barranco Oscuro ( al que recientemente hemos presentado en este blog).
Centrándonos en el vino, que se elabora con una mezcla de variedades, comenzamos señalando que es de capa alta y presenta un ribete en tono picota.
En nariz resulta complejo. No aparecen los aromas frutales. Hay mineralidad, notas de té, canela, barniz y un componente animal (o de embutido) que ya hemos apreciado en otras ocasiones (con alguna mencía rústica, con alguna cariñena del Priorat).
En boca destaca por su acidez. Hay taninos destacados, que deben ser pulidos en botella algún tiempo (aunque admisibles) y resulta muy largo.
No es un vino fácil. No es amable; pero va ganando expresividad con el tiempo, a medida que se abre.
Su precio es de 18 euros en vinosautenticos.com, aunque no debemos olvidar que nos encontramos ante un vino minoritario (5.000) botellas y bien hecho, bajo los presupuestos de la agricultura ecológica.
¡Salud!
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