En una entrada anterior - L´Arbossar 2004 - ya os presentamos a la bodega Terroir al Limit en la que Dominik Huber está haciendo un trabajo muy original dentro de la D.O. Priorat, tratando de huir de los vinos de garnachas muy maduras con mucha crianza en madera nueva. En esta ocasión probamos otro de sus vinos.
En copa presenta una capa media de color picota y ribete con tonos morados. Una bonita y abundante lágrima tinta las paredes de la copa al resbalar por ella.
Huele bien desde el principio. Ni asomo de reducciones ni otras historias. Aquí solo tenemos aroma a fruta roja y algo de caramelo de violeta sobre un fondo mineral, como de polvo del camino. ¿Dónde está la madera? Apenas se aprecia y eso se agradece mucho.
Y en boca está buenísimo. Esto es lo que se llama un vino equilibrado: taninos, frescura, mineralidad... todo está en su sitio. Solo hay una fruta muy delicada, taninos discretos y un alcohol que no se nota. Fruta y tierra, ¿es que necesitamos algo más? Es de una elegancia que emociona. Recuerda a algunos borgoñas, de paso por boca muy fácil, pero muy aromáticos y muy largos.
Volvemos al principio. Dominik Huber está haciendo auténtico arte con la garnacha en el Priorat. Este vino nos costó alrededor de 25€ en su bodega y ahora nos arrepentimos de no habernos traído... ¡una caja entera!
¡Salud!
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