El resultado: 8.000 botellas de un vino natural. Es decir, estamos ante un vino que ha nacido sin la necesidad de herbicidas, plaguicidas y abonos sintéticos; con un azufrado en junio que no deja residuos. No se añaden levaduras ni otros productos como aditivos y conservantes. El sulfuroso se ha limitado al máximo y no ha entrado en contacto con el mosto, por lo que es un vino libre de sulfitos. No se ha clarificado ni se ha filtrado.
La crianza, tras la elaboración en depósitos de acero, ha sido de 17 meses en barricas de roble francés, con 36 y 24 meses de secado, que facilitan la evolución del vino sin enmascarar sus características organolépticas naturales. Se embotelló en abril de 2005.
Pues bien, se trata de un vino de guarda, que, según la propia bodega empezará a estar en su mejor momento ¡dentro de dos años! No está nada mal para tratarse de un vino natural.
Es de capa alta y color picota. En nariz nos deja aromas a fruta roja bien madura; mineral y ahumados-tostados (como de pimiento asado en un principio).
En boca presenta muy buena estructura, con alcohol, acidez y taninos equilibrados. El paso es agradable conjugando potencia y finura. El final es elegante.
Estamos ante el vino más caro de los que hemos adquirido en esta bodega, 25 euros en vinosautenticos.com. No obstante hay que tener en cuenta las condiciones excepcionales en las que nace este vino y que es muy exclusivo.
Como balance general de la bodega, diremos que nos gustaron mucho su Brut Nature y el Blancas Nobles Clásico. A estos debemos sumar este 1368 para formar un terceto que le va a dar gran prestigio.
¡Salud!
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