Pues bien, aquí presentamos este crianza de capa media-alta y color picota. En nariz muestra pronto la fruta roja de la tempranillo, aunque pronto advertimos los doce meses de crianza en barrica francesa: especias y algo de tostado.
En boca tiene una entrada golosa, un paso agradable, con acidez correcta y unos taninos de la madera presentes aunque no agresivos. El final es elegante con un ligero amargor.
Un vino muy correcto, apuesta segura para los que busquen una buena relación calidad-precio. Nos costó 8,65 en Santa Cecilia, Madrid.
¡Salud!
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