De la misma bodega que La Fortune, el vino que presentamos en la entrada anterior, traemos hasta aquí un vino algo más caro.
De capa baja y ribete fucsia; en nariz se muestra elegante, sin estridencias. Encontramos buena fruta roja unida a una mineralidad nítida y algo más intensa que en su hermano La Fortune.
En boca resulta excelente. Ligero, aromático, con una acidez vibrante.
Recordamos la conversación que tuvimos con Dominik Huber hace unos meses hablando de sus preferencias por estos vinos y lo mucho que transmiten. Estamos de acuerdo. Son fantásticos.
Si lo comparamos con La Fortune encontramos diferencias en que aquel resultaba más goloso, mientras que La Digoine muestra más mineralidad.
Un buen Borgoña a un precio asequible, 21,50 en La Tintorería, Madrid. ¡Cómo nos gustaría probar este vino con una evolución de, por ejemplo, una década!
¡Salud!
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