Presenta una capa muy baja y un color cereza claro. En nariz muestra complejidad. Empezamos con notas de guinda y fresa, para pasar a percibir su mineralidad, su tono terroso. Encontramos delicados matices florales y de hierbabuena. Finalmente aparece la madera, con notas dulces de suave tostado.
En boca muestra sobre todo su mineralidad, con una acidez acusada, aunque sin estridencias. El paso es suave, sutil, fino y ligero (unos estupendos 12,5% de alcohol), pero con impronta. Uno de esos vinos que muestran elegancia desde la discreción.
¡Salud!

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