Desde las orillas del Sil nos llega este tinto criado seis meses en roble allier y que presenta una capa alta y un color picota con ribete vivo.
En nariz nos deja buena fruta madura.
Al probarlo notamos que se trata de un vino potente, aunque sin estridencias. Buenos taninos y acidez, compensada con el dulce que aporta su generosa carga alcohólica (14%). La fruta que apreciamos con el olfato se muestra con nitidez en boca.
Un vino agradable de beber porque cuenta con un punto goloso que le hace muy apetecible si lo tomamos con cierto frescor.
Cuenta además con un precio excelente: algo menos de 10 euros en la Vinoteca Tierra, de Madrid.
¡Salud!
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