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domingo, 25 de septiembre de 2011

CATA DE GARNACHAS EN LAVINIA DE MADRID



Telmo Rodríguez y Vinoencasa

Misión cumplida. El individuo que aparece en el medio responde al nombre de Telmo Rodríguez. Lo teníamos en busca y captura desde hace un par de años. Su delito: hacer buenos vinos. Por fin nos cobramos la recompensa.


La operación tuvo lugar el pasado 23 de septiembre en Lavinia, que tiene un gran poder de convocatoria y se sacó de la chistera un festival dedicado a la garnacha. La cosa no resultó nada fácil, ya que Telmo estaba rodeado por otros bodegueros peligrosos; incluso apareció el Comando G. Luego nos extenderemos en ellos.

Comenzamos con los vinos franceses que nos presentó Pedro. L´Olivette ya lo conocíamos y lo tenemos publicado en Vinoencasa. Sigue estando muy bueno. Nos gustaron también, aunque muy diferentes entre ellos, Les Cadènieres 2007, Mistral 2010, Les Sourcieres 2009 y Les Bien Aimés 2007. Todos siguen principios biodinámicos y el último es el primer Chatoneuf du Pape que hemos probado. Fue el que más nos gustó pero el precio supera los 40 €. Mientras probábamos estos vinos, apareció el magnífico Clos Mogador (cinco botellas de 2008) que volaron sin dejarle tiempo a que respirase mínimamente. No sabemos qué es lo que le debió gustar a la gente, pues el vino estaría cerradísimo. Cosas de la fama.


Muy cerca se hallaban Belarmino y su socio, de la bodega Canopy (Malpaso, Tres Patas ..., ya presentados en Vinoencasa). Recién llegados de la vendimia, estuvimos departiendo con ellos sobre lo poco preparado que está el consumidor español para apreciar justamente vinos tan complejos y difíciles, que se salen de la línea comercial habitual, como el Cadénieres, que catamos juntos. No nos extraña. Esta misma mañana hemos oído en la radio que España ha subido al tercer o cuarto puesto mundial en el consumo de ginebra, mientras que casi estamos a la cola en el consumo de vino en Europa. Así nos va. Esperamos ir a visitarlos en primavera.


A continuación probamos un vino malagueño, Sedella 2008, elaborado por Lauren Rosillo a partir de una finca de viñas viejas y entremezcladas de la variedad autóctona romé y garnacha. Nos gustó, aunque predominaba la madera. También se notaba la madera en el siguiente vino: Eterna Selección 2007, elaborado con uvas prefiloxéricas en Cebreros, Ávila. Nos gustaron los dos, pero consideramos que la madera, muy presente, les encubre parte de su personalidad. Suponemos que las modas enológicas tardan en evolucionar.


También conocimos a la gente de Jiménez Landi, de Méntrida, del que ya hemos escrito a propósito de su Sotorrondero, su vino más accesible. Probamos el Piélago, que está en un escalón superior, y nos gustó bastante. Estamos ante un vino de finca, con trabajo orgánico, mucho cuidado en los detalles y menor peso de la madera pues usan toneles más grandes. En la misma mesa se hallaban la bodega Marañones y Comando G. Un enólogo de cada una de estas tres bodegas forman el equipo que elabora La Bruja Avería en Cadalso de los Vidrios, Madrid, y transmiten un buen rollo entre ellos que, sin duda, se refleja en el resultado final. Es un vino desenfadado pero con carácter y encanto que probaremos con detenimiento, al igual que el Piélago.


De Méntrida y Madrid pasamos a Navarra, donde Enrique Basarte de la bodega Domaines Lupier nos presentó su El Terroir 2008 y un poquito de su exclusivo La Dama 2008. Buenos vinos y bien elaborados. El primero tiene una madera tostada que lo hace muy amable. Lo presentaremos pronto aquí. La Dama es un vino más complejo e interesante.


Culminamos con Telmo, a quien acaparamos durante un buen rato. Le transmitimos nuestra admiración porque lo consideramos un pionero. Ahora es fácil admirarlo, pero Telmo ya inició un difícil y arriesgado camino que lo llevó a abandonar una cómoda carrera en la bodega paterna de Remelluri cuando nadie apostaba por las variedades autóctonas y elaboraciones menos estandarizadas. Ahora ya se habla mucho de una nueva generación de vinicultores -"nuevos locos del vinos" los ha llamado alguna prestigiosa publicación- pero, por lo que sabemos, él ya estaba ahí. Nos emplazamos para una futura visita a su bodega de Lanciego en La Rioja y pasamos a probar los Pegaso Pizarra y Pegaso Granito, que elabora en Cebreros, Ávila. 
Fueron los que más nos gustaron de toda la cata, sin desmerecer a los demás. Finos, elegantes, expresivos, no te dejan indiferente. Los presentaremos pronto en el blog.


Disfrutamos mucho de la cata de garnachas y lo pasamos muy bien. Nos gustó comprobar que hay ilusión por presentar al público proyectos nuevos y que en España hay mucha gente que está trabajando mucho y bien.


¡Salud!

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