Antes de catar los vinos que nos había traído, dio una breve conferencia acerca de la región de Champaña y de sus conocidos vinos espumosos.
La Champaña está situada al norte de Francia, en la zona límite del cultivo de la vid por los riesgos de heladas, la excesiva pluviometría y las escasas horas anuales de sol . Por eso sus vinos son tan excepcionales, pues son casi un milagro en esas condiciones. La viticultura en esta zona está documentada desde la colonización romana en que los vinos de Champaña y Borgoña eran los más conocidos y apreciados de toda la Galia. Pero hay que llegar hasta el siglo XVII para que aparezca el personaje decisivo en la invención de los vinos espumosos que darán fama mundial a esta región: Pierre Pérignon. Este monje de la abadía de Hautvillers, cercana a Reims, ya había descubierto la segunda fermentación pero aún no había encontrado un método adecuado para retener las burbujas en las botellas. La solución la encontró al observar que algunos peregrinos españoles cerraban sus cantimploras herméticamente con tapones de corcho.
Hoy la región de Champagne la conforman 319 pueblos en los que se reparten unas 300.000 parcelas con una media de extensión de 1,5 has cada una. Por sus suelos y por su clima, se subdivide en cuatro subzonas: la montaña de Reims, la más alta, con suelos calcáreos y marga, donde predomina la pinot noir; la Côte des Blancs, con un clima más constante, de uva chardonnay; el valle del Marne, de suelos arcillosos más ricos, con predominio de la pinot meunier; y la Côte des Bar, que linda ya con la Borgoña y donde se da sobre todo la pinot noir. Lo más destacado de los suelos de la Champagne es que fueron zona marina y hoy son abundantes en fósiles y sedimentos marinos, que aportan una gran riqueza aromática a sus vinos. Además, tiene abundancia de agua en el subsuelo, lo que hace que las cepas aguanten bien el verano. Y su color blanco, que refleja los rayos del sol, compensa las escasas horas de sol anuales y permite la correcta maduración de las uvas.
Las cepas mayoritarias son la pinot meunier, la pinot noir y la chardonnay; con casi un tercio cada una en el porcentaje total de cultivo - aunque es un poco superior en las pinot. También existen otras variedades muy minoritarias permitidas.
Pinot meunier |
Pinot noir |
Chardonnay |
Juan Manuel Terceño |
Estos son los champagnes rosés que degustamos:
AUBRY ROSÉ BRUT. 60% chardonnay, 25% pinot noir y meunier, 15% vino tinto. De color piel de cebolla y burbuja muy fina. Destaca la bollería fina (autólisis avanzada), las notas florales, de cítricos y de lichis. Es seco en boca, como corresponde a la chardonnay. Cítrico. La espuma está muy bien integrada. Amargor cítrico al final. PVP. aprox. de 35 €.
PAUL DETHUNÉ ROSÉ BRUT. Se trata de un Grand Cru con un 80% de pinot noir y un 20% de chardonnay (la mitad es un vino de reserva de dos años mínimo de barrica). La pinot le da un color más subido. Hay pétalos de rosa, notas cárnicas y ahumadas. También mineralidad (tiza, goma de borrar) y lácticos. En boca hay fruta roja (mora) y buena combinación de lácticos, minerales y fruta madura. Es amplio, pero el carbónico está menos integrado. Es más calido y se aprecia una mayor vinosidad. El posgusto es largo e intenso, con un puntito de astringencia. Tiene carácter de vino mediterráneo. Sale por unos 40 €.
PAUL BARA GRAND ROSÉ BRUT. 90% de pinot noir y 10% de Coteau Champenoise de Bouzy. Solo se elabora con vinos de cuvée, no hay taille, de un mínimo de 4 años. Tiene complejidad de vino tranquilo con evolución. Notas ahumadas procedentes de la crianza del vino tranquilo y pétalos de flor marchita. Tiene una vinosidad extraordinaria. Es ligero, con volumen, seco, mineral, con una astringencia delicada y un final amargo y de recuerdo de fruto seco. Su precio es de 35 € aproximadamente.
TARLANT ROSÉ BRUT. Tiene un 85% de chardonnay y un 15 % de pinot noir. De color teja, más evolucionado. Aparecen notas minerales (tiza, yodo, suelo húmedo, recuerdo marino). En boca destaca la humedad cítrica y un gusto algo yodado. En el posgusto hay algo de escabeche. Tiene menos acidez que los demás, pero mayor concentración y salinidad. Es muy largo. Cuesta unos 35 €.
DE SAINT GALL ROSÉ BRUT. 50% chardonnay, 34% pinot noir y 16% vino tinto de pinot noir. Al servir se aprecia una gran espumabilidad, con consistencia, que no se pierde inmediatamente. Hay bollería (brioche), flores blancas marchitas, chicle, fruta madura, cereza. En boca es amplio y graso, con un final amargo y con recuerdo de fruto seco que le aporta la chardonnay. Tiene una gran acidez y algo de astringencia y de tanicidad. Ronda los 30 €.
GOSSET GRAND ROSÉ BRUT. 58% chardonnay, 35% pinot noir y 7% vino tinto de pinot noir. Es el que forma la mejor corona en la copa, lo que denota una mayor calidad de fermentación en botella. Tiene nariz de uva tinta: fruta golosa y flor azul (violeta). Poca mineralidad. Se aprecia el tostado y las especias dulces procedentes del porcentaje de vino criado en barrica. Es el champagne con mayor volumen en la boca. Su entrada es cálida y golosa. Es graso y untuoso y tiene un recorrido no muy largo, pero un gran posgusto. El recuerdo final es de levadura con menta. Su precio aproximado es de 50 €.
¡Salud!
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