Después de probar el "Ensamblaje" vamos con el vino que surge de las barricas que más le gustan a Samuel (ver las entradas anteriores), el "Selección".
Tiene una capa algo más baja que el anterior y, en nariz, nos ha gustado la expresión frutal que tiene desde el principio: limpia, nítida y sin exageraciones. Nos ha recordado a la frambuesa que olimos cuando estuvimos en su bodega y nos dió una prueba de una barrica de tempranillo.
En boca resulta redondo y agradable, aunque la carga alcohólica (15%, como el "Ensamblaje") se nota un poquito. Es un vino que busca la elegancia.
Pues bien, como en el caso del anterior, estamos ante un vino natural de menos de diez euros muy interesante.
Nace en el pago de Castilblanco,
donde un suelo calcáreo y arenoso obliga a la planta a buscar su sustento en profundidad. El cultivo es ecológico, sin adicción de química, con una pequeña ayuda del riego cuando la uva ya está madura para evitar pérdida de acidez y aumento de pH. La fermentación se realiza sin levaduras añadidas, y la crianza ha sido de 18 meses en barrica. El vino no se filtra ni estabiliza. Un manchego distinto, lleno de autenticidad
¡Salud!
REPETIMOS
Medio año después hemos vuelto a probarlo. No es un vino fácil, y es que estamos ante un vino arriesgado en su concepción. Por lo que vamos sabiendo de los vinos naturales, éstos son cambiantes, están muy vivos; los olores no son de "manual" de cata. Hoy hemos detectado notas animales, de cuero, químicas (como de ceras), aunque también llegamos a la fruta roja, muy madura, y tostados-ahumados. Eso sí, hay que tener paciencia. Los matices van apareciendo con el tiempo y la aireación.
En boca le hemos notado mejoría, afinamiento, dentro de su potencia; creemos que todavía estará mejor con más tiempo, cuando madera y fruta finalicen su hermanamiento.
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