ALGUEIRA 2005. Mencía. Ribeira Sacra. España.

Volvimos a visitar a Fernando Algueira por la buena impresión que nos dejó en el pasado verano. Nos aportó mucha y valiosa información y además hemos podido probar muchos de sus vinos en los últimos meses y nos han gustado mucho.
Nos regaló este mencía que nos ofreció olores minerales, un ligero ahumado-tostado de la barrica y buena fruta roja; todo sin estridencias, sin explosiones olfativas.
En boca resultó de una frescura muy notable, acompañada de unos taninos amables y  un ligero amargor que le aporta elegancia. Un vino que tira hacia el terreno de la finura.
La visita a la bodega sirvió para seguir aprendiendo de sus proyectos y para completar algunos cabos sueltos que nos habían quedado de la anterior. Así, pudimos probar un vino elaborado en madera de acacia (de la espinosa, la africana, no la decorativa); una garnacha de cepas viejísimas, una poderosa garnacha tintorera y una mezcla de variedades locales con Caíño, Sousón, Albarello y Carambuñenta.

Hubo tiempo para que nos hablara de sus inicios. Su padre hacía vinos y él jugaba de pequeño a hacerlos con moras. Trabajó en un banco, pero las raíces fueron más poderosas y se lanzó a este mundo apostando por la valentía, por el trabajo incesante y no apresurado. Tiene claro que cuenta con la mejor base: un viñedo excepcional, con todo tipo de exposiciones (convencido del cambio climático ya ha comprado parcelas con orientación norte),
una tierra muy buena y variedades únicas. Fernando se ha dedicado estas últimas décadas a estudiarlas, a entenderlas y a plasmar su conocimiento en cada botella.   
¡Salud!