EN INSTAGRAM

Sígueme también en Instagram

domingo, 4 de marzo de 2012

DOSTERRAS 2009. Garnacha. Montsant. España.

Este es el segundo de los vinos de la bodega Celler Dosterras que presentamos en Vinoencasa. El primero fue el Vespres 2009, el más bajo de la gama de los tres que actualmente elaboran. Este último estaba hecho con uvas garnacha y cariñena. El que ahora presentamos es un garnacha 100% procedente de viñas de más de 40 años. Aún nos queda por probar el tercero, y más exclusivo, que se hace únicamente con cariñena - en Cataluña se llama samsó - de una finca concreta de muy poca extensión: el Finca Aiguasals. Lo tenemos ya en nuestra vinoteca y aparecerá en breve por este blog. Parece que la lógica de la bodega es utilizar las mejores garnachas para el Dosterras; la mejor cariñena, para el Finca Aiguasals; y el resto de la uva, para el Vespres, que es su vino más económico.

Un dato llama poderosamente la atención en la contraetiqueta: ¡15,3% de contenido en alcohol! No podemos evitar descorchar la botella un poco predispuestos por esta cifra. Nos servimos una copa y observamos que tiene una capa media-alta, con un bonito ribete morado-remolacha y que, al moverlo, deja una abundante y densa lágrima coloreada en el cristal.
Tiene intensidad aromática. Es de esos vinos que no hace falta introducir la nariz en la copa para olfatearlo. ¿Dónde está el alcohol? No asoma. En su lugar hay, sobre todo, fruta y mineralidad: una evidentísima frambuesa y olores que asociamos a la licorella (pizarra) de la que provienen las uvas (polvo, hidrocarburo, caucho). Poco a poco surgen también notas florales (violetas, flores silvestres). Lo dejamos que se oxigene un buen rato. Agitamos y agitamos la copa, y entonces ya se aprecia que también hay frutas negras (ciruelas negras maduras, moras), y aromas de monte (hierbas aromáticas). Muy en el fondo, y muy discreta, está también la madera de la crianza en forma de tostados (hollín). Este vino ha permanecido 16 meses en barricas grandes de roble francés de 500 litros . 
En la boca entra potente, sabroso y complejo. ¿Dónde está el alcohol? No hay ni rastro de sensaciones ardientes. La mineralidad se hace presente en unos taninos que no pasan desapercibidos, pero que tampoco están en punta, y que permanecerán un largo rato en lengua y encías después de haber bebido el vino. Se aprecia con claridad el dulzor frutal y la acidez. Quizá aquí esté la clave, que la acidez de este Dosterras nos lo haga aparecer como un vino con cierta frescura a pesar del elevado contenido alcohólico que confiesa la etiqueta. Excelente trabajo del enólogo, por cierto. El paso es denso y graso. Hay mucho extracto en el centro de la lengua. En el postgusto se aprecia un ligero amargor final y algo de balsámico por vía retronasal. Es muy largo.
¡Qué bueno está este Dosterras! Lo hemos disfrutado sobre todo a partir de la segunda o tercera copa, cuando el paladar se ha hecho a su potencia y su complejidad. Recomendamos tomarlo con un ligero frescor: unos 16º C serían perfectos.
¿Dónde está el alcohol? Bueno, pues por fin lo hemos encontrado al levantarnos de la mesa. ¡Uf! Con este tipo de vinos hay que moderarse mucho porque pasan factura. Y ocurre que, si está tan bueno, no es fácil contenerse. Lo compramos en la Vinoteca Tierra, de Madrid, por unos 17€.
¡Salud!

No hay comentarios:

Publicar un comentario