Concluimos nuestro primer viaje vinícola a Italia en Friuli,
en la bodega Fossa Mala. Esta región produce el 2% del vino de este país, y el
tamaño medio de las explotaciones es de 15-20 hectáreas,
predominando el control familiar sobre ellas. Fossa Mala es mayor, cuenta con
30 has. Por cierto, el nombre hace referencia al lugar donde los bandidos esperaban
apostados (en una zona hundida, una fosa) a los carruajes que salían desde la
cercana localidad de Pordenone.
Estamos en una región buena para el vino, con importantes contrastes térmicos entre día y noche, y entre invierno y verano. Los Dolomitas no quedan lejos. Cuenta también con buena cantidad de agua al cabo del año.
Estamos en una región buena para el vino, con importantes contrastes térmicos entre día y noche, y entre invierno y verano. Los Dolomitas no quedan lejos. Cuenta también con buena cantidad de agua al cabo del año.
Es una región pequeña pero diversa, en la que se pueden
encontrar varias subregiones, como Collio y Collio Oriental, a las que hay que
sumar una tipología de vino común a todas, el Prosecco. Es una tierra de vinos
blancos, que se elaboran para consumir en el año. Este mercado es estacional y
se suele activar en primavera y verano, lo que supone un gran condicionante
comercial.
Estuvimos con Massimo Vidoni, quien tras varios años de carrera en otra bodega friulana, nos recibe al frente de Fossa Mala. Se trata de un proyecto iniciado por un empresario local, amante de la buena mesa, dedicado al mundo de los congelados (Bofrost es su empresa). Hace unos años quiso invertir en un complejo de agroturismo, donde se integra la bodega. En 2003 se plantó el viñedo y en 2007 se inauguró la bodega, con la primera cosecha. Tiene capacidad para cerca de un millón de botellas, aunque se elaboran 80.000.
Massimo Vidoni |
Estuvimos con Massimo Vidoni, quien tras varios años de carrera en otra bodega friulana, nos recibe al frente de Fossa Mala. Se trata de un proyecto iniciado por un empresario local, amante de la buena mesa, dedicado al mundo de los congelados (Bofrost es su empresa). Hace unos años quiso invertir en un complejo de agroturismo, donde se integra la bodega. En 2003 se plantó el viñedo y en 2007 se inauguró la bodega, con la primera cosecha. Tiene capacidad para cerca de un millón de botellas, aunque se elaboran 80.000.
Terreno de gravas y arcilla |
Charlando sobre la cantidad de trabajo que implica una
explotación así, salió a relucir el tema de la mecanización. En Fossa Mala se
usa mucha máquina, básicamente por dos razones. En primer lugar, porque el vino friulano está poco valorado, por lo que
tiene un factor limitativo fundamental, son vinos de 5 euros la botella. En
segundo lugar está el precio de la mano de obra. Parece ser que el empresariado
italiano no es proclive a invertir en ese apartado. De este modo, la bodega
cuenta con Massimo y otra persona para llevar todo el trabajo, y en época de
vendimia son cuatro en total, de ahí la necesidad de maquinaria.
La bodega es sencilla y práctica. Está toda climatizada, se
usan depósitos de acero, pequeños para los vinos de mayor calidad, y barricas
de roble francés, de 250 y 500
litros, aunque no es la única madera utilizada; también
se usa la acacia y se está haciendo el vino Sclins en barrica de cerezo. Por
cierto, las barricas de roble francés son del
tonelero riojano Antonio Magreñán.
Todos los vinos son monovarietales y su mercado
principal es el nacional, aunque se exporta el 40% de la producción. En relación con este
tema, comentamos con Massimo la bajada del consumo que se registra en España y
también en Italia. Hay mucho miedo a la retirada del permiso de conducir, a las
elevadas multas y a la inmovilización del coche. No obstante, parece ser que
también ocurre allí lo que pasa en España, que se bebe cada vez más cerveza y
destilados, con protagonismo del sector joven.
Máquina de filtrado |
La visita concluyó con una cata de los vinos de Massimo.
Se trata del vino de cada día, el que beben los locales de
forma cotidiana. Se elabora en acero (60%), acacia (20%) y roble francés durante siete meses, tras los
cuales es embotellado.
Es un vino con notas herbáceas, frescas, pero también
mineral, ya que se trata de una tierra “pesada”, con muchos elementos (potasio,
manganeso…). En boca también resulta fresco, con gran acidez y con un paso ligero.
Nos comenta Massimo que está poniendo las bases de su proyecto, que le queda mucho
trabajo y que lo primero es estudiar y aprender
a entender la uva.
Se trata de una variedad alsaciana bien adaptada al clima
regional. Llegó hace unos cien años junto a otras variedades extranjeras, como
la cabernet franc o la Merlot.
Es el vino más exportado junto al Chardonnay. De hecho, es
el que nosotros conocíamos en España.
Massimo espera elaborarlo con un poco más de color, dejando
una mínima parte del mosto en contacto con los hollejos. En nariz también
muestra frescor y mineralidad. Se elabora en acero y roble francés (30%) que le
aporta notas de pan tostado que salen en la copa con el tiempo. En boca combina
acidez con un toque seco y un tacto untuoso bien conseguido. Deja muy buen
recuerdo.
La fruta tropical nos recibe con alegría. También
encontramos notas vegetales (hoja de tomate), flores blancas e hidrocarburos.
Esto nos lleva de nuevo a hablar de tecnología con Massimo. Nos cuenta que el
clon R3 da ese toque de hidrocarburo. El vino es una mezcla de clones, que se
elaboran por separado y luego se ensamblan. En boca mantiene la línea general de frescor y untuosidad.
Preguntamos por el uso de las lías, que aportan esa grasa, que ayudan a dar esa
estructura tan sólida en un vino sencillo y fresco. Pues bien, desde septiembre
a enero se realiza un batonage dos veces por semana, lo que no está mal,
tratándose de solo dos personas en la bodega.
Una casualidad, mezclada con el error humano, nos permitió
probar la primera añada de este vino, que ni el propio Massimo tiene en su
casa. Para él fue emocionante volver al origen; suponemos que por su mente
debieron acumularse numerosos sentimientos a gran velocidad mientras probaba
con nosotros el 2007.
La traminer es el nombre que recibe en Alto Adige (norte
montañoso italiano, fronterizo con países germánicos) la gewurztraminer. Y en
este 2007 nos encontramos con notas de
miel, rosa, naranja, hidrocarburo; esa complejidad asociada, por ejemplo, a los
riesling. Es un vino elaborado cuando
Massimo todavía tenía dudas; así no hizo la fermentación en frío con contacto
entre hollejo y mosto, como hace hoy, porque no conocía bien el comportamiento
de la uva, reconoce con sinceridad. En boca mantiene muy buena acidez.
En comparación, el vino de 2010 nos pareció menos interesante,
al ser más lineal y claro en su propuesta. Buena nariz y mucha corrección, pero
estábamos todavía impactados por la sorpresa del anterior, un vino que era una
incógnita para su creador.
No parece que el clima friulano sea el idóneo para esta uva,
y es que no estamos en tierra de tintos. Encontramos fruta roja, pero también aromas
vegetales. Resulta tánico y muy ácido, con notas de tallo verde, algo que se
explica por los problemas de maduración de la uva. Massimo planea añadirle uva
pasificada para intentar compensar esa sensación ácida.
REFOSCO DAL PEDUNCOLO ROSSO 2010 Un vino propio de la región friulana; frutal (fresa, frambuesa), a lo que se van añadiendo notas balsámicas y puntas vegetales, propias de una incompleta maduración polifenólica (los polifenoles son sustancias muy abundantes en todos los vegetales y muy variadas. En general, son responsables del sabor amargo).En boca se nota la madera tostada de fondo, resultando más amable que el anterior.
Dos curiosidades de este vino: el raspón del refosco se torna rojo, no mantiene su verdor inicial; y la segunda es que nada más abrirlo huele a víscera, a hígado, aunque a los pocos segundos ya aparecen las notas de fruta roja y el regaliz.
CABERNET SAUVIGNON 2010
Como en el caso del merlot, es el vino creado pensando en el mercado internacional. Resulta bastante amable y destacan en nariz las notas de pimienta.
SCLINS 2008
Fruto de la uva traminer con vendimia tardía y pasificación de un mes. Crianza en acero y madera (mitad y mitad). Vino interesante, con nariz compleja; aparecen notas muy claras de pastelería (brioche, roscón de Reyes), higo seco, naranja y castaña asada.
En boca, pese a tratarse de un dulce, muestra una acidez excelente.
Vinoencasa en plena faena |
¡Salud!
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