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domingo, 15 de abril de 2012

PELISSERO




 

Durante nuestra estancia en Barolo pudimos conocer otras denominaciones, menos prestigiosas, pero igualmente interesantes, que se encuentran en las inmediaciones. Una de ellas es la DOCG Barbaresco, que se extiende por cuatro comunas o términos municipales: Barbaresco, Neive, Treiso y San Rocco. 
En nuestras visitas al restaurante La Romana de Madrid -podríamos llamarlo "nuestra casa"- Pili, la sumiller y nuestra maestra, ya nos había dado a probar hace poco dos de los vinos de la bodega Pelissero: el Long Now 2003 y el Langhe 2001. Nos gustaron mucho pues se trataba de vinos con bastante evolución, de aromas de crianza muy marcados, pero con mucha fruta madura y todavía muy vivos. Alguno de ellos compitió en la misma sesión de cata en el restaurante con algún prestigioso -y carísimo- Burdeos y claramente nos gustó mucho más el italiano.
Así que, aprovechando que Barolo se encontraba a unos escasos 30 km. de la bodega Pelissero, cuyos vinos nos habían dejado tan buen recuerdo, nos decidimos a hacerles una visita para conocer el resto de su producción y comunicarles, también, el placer que nos habían proporcionado en Madrid.
La cantina Pelissero se encuentra en Treiso, en la provincia piamontesa de Cuneo, a unos 7 km. al este de Alba. Lleva elaborando vinos desde hace más de 50 años y en la actualidad es Giorgio Pelissero quien lleva las riendas de todo tras tomar el relevo de su padre. Allí nos recibió Katia Allarico, que hizo de relaciones públicas con nosotros. Nos contó que cuentan con unas 40 has. de viñedos repartidas en varias parcelas. Se trata de una propiedad mediana, tirando a grande, para la media de la denominación. Los suelos son, en general, calcáreos y el clima presenta frecuentes heladas invernales y veranos cálidos con mucha diferencia de temperatura entre el día y la noche. Cultivan una gran variedad de uvas con las que elaboran numerosos vinos distintos. Todas son uvas típicas del Piamonte. Aqui no se cultivan variedades foráneas. La producción actual de la bodega ronda las 250.000 botellas; una cifra baja teniendo en cuenta la considerable extensión de los viñedos con los que cuentan, por lo que hay que suponer que sacrifican cantidad para conseguir más calidad. Actualmente exportan un 55% de sus vinos al extranjero.
Toda la vendimia la realizan a mano en cajas de 20-25 kg. y pasa por una mesa de selección antes de entrar en bodega. Para la fermentación alcohólica usan levaduras seleccionadas. Le preguntamos a Katia la razón de esta adición de lieviti selezionati y nos contestó lo que ya muchos otros nos habían contado antes: que permite un mejor control de la duración y de la calidad de la fermentación, al tiempo que no le añade ningún tipo de aromas ni de sabores. Después se separa el vino de los hollejos -le bucce, aunque nosotros siempre lo oíamos pronuciar en singular: la buccia-, de los que no se obtiene vino de prensa sino que se vende a otras bodegas, generalmente para destilarlos para grapas. La fermentación maloláctica depende del tipo de vino: algunos la realizan en acero y otros en fudres. Finalmente, para la crianza en madera -que ocupa un periodo de entre 9 y 24 meses-, para los vinos con más estructura utilizan roble francés de tostado medio. La ley exige un afinamiento en botella de al menos un año, pero ellos a sus mejores barbarescos les dan dos.
Katia nos pasó a la sala de catas y allí nos dio a degustar toda la gama -14 vinos, que se dice pronto- que produce la bodega. Comenzamos conociendo la línea Nature, la más básica. Vinos que cuestan unos 5€, dirigidos a la gente joven y al consumo diario. Se diferencian externamente de los de más prestigio por la etiqueta de llamativos colores con que se presentan. Se trata de tres vinos, un blanco y dos tintos. El FAVORITA 2011, blanco, está elaborado exclusivamente en depósito. Es un vino sencillo, fácil, de placer inmediato. Con nariz floral y herbácea muy evidente y una boca fresca y ligera. El FREISA 2010, tinto, tiene aromas de fresa madura y algo de aguja en boca. Es parecido a un lambrusco, pero mejor: con mucho más cuerpo y taninos más marcados. Y el VINO ROSSO 2010, tinto con mezcla de barbera, dolcetto y nebbiolo. Destacan las notas vegetales y la amabilidad de su paso por boca. Es goloso y muy fácil de beber.


Tras esta gama Nature, pasamos a probar los vinos más serios de la bodega Pelissero que enumeramos a continuación:

 MUNFRINA 20l0, elaborado con dolcetto d´Alba, con aromas vegetales a espárrago verde y muy rico en boca, frutal y tánico. 
AUGENTA 2010, también con dolcetto d´Alba, se diferencia del anterior en que ha tenido una breve pasada por fudre, mientras que el otro solo ha permanecido en depósito; tiene mayor complejidad y estructura en boca. Ambos son dos dolcettos muy amables y fáciles de beber.

El PIANI 2009, es un DOCG Barbera d´Alba elaborado con uva cortese 100%.  En él se perciben los aromas de la crianza en madera, con un casi 20% de barrica nueva. Tiene una nariz más internacional (tostados, coco, vainilla, chocolate) y un punto dulce en boca que lo hace muy goloso.

El LANGHE NEBBIOLO 2011 ha tenido una crianza de 9 meses en botas grandes. Tiene carácter de vino joven: domina la fresa y la frambuesa, y la acidez y los taninos propios de la nebbiolo.
 El LONG NOW 2009 es una mezcla de uva nebbiolo y barbera, con un año de barrica. Dominan los aromas de frutas maduras. Era inevitable no acordarse de la botella de 2003 que ya habíamos probado en Madrid. Nos confirmó que estos vinos mejoran muchísimo después de 5 ó 6 años.

Por último pasamos a degustar los propiamente Barbarescos, todos con uva nebbiolo 100%. El primero fue el NUBIOLA 2008, que procede de seis pequeños viñedos. Tiene unos 20 meses de crianza en madera con mezcla de barricas nuevas y usadas. En boca tiene una entrada tánica y una gran frescura. Si ahora ya está muy bueno, con más años seguro que estará impresionante.

 El TULIN 2009 es un vino que solo se elabora en años especiales. Ha permanecido dos años en barrica y un año en botella. Es muy complejo. En él nos gustó su equilibrio entre la madera, la fruta y la mineralidad. Tiene más cuerpo y elegancia que sus hermanos. También probamos la añada 2008 de este mismo TULIN, en el que la madera estaba aún más integrada y presentaba mayor longitud en boca. 
El VANOTU 2008 se llama así en honor del abuelo -il nonno- Giovanni, del que es diminutivo en el dialecto local. Proviene de un solo viñedo, de cepas viejas. Es el vino más exclusivo de la bodega y el más caro. Vale unos 45€. A nosotros nos pareció muy elegante, pero todavía por afirnarse en botella.

Y terminamos este festín de vinos con un postre, el MOSCATO D´ASTI 2011. Con un intenso aroma a pétalos de rosa, es un vino ligeramente dulce, nada empalagoso gracias a su estupenda acidez. 

Un poco abrumados por la cantidad de vinos degustados en poco tiempo, salimos de la cantina Pelissero agradecidos por la atención recibida por Katia, pero con la sensación de que todo había sido un poco atropellado, sin las pausas necesarias para apreciar en su justa medida cada uno de los vinos, sobre todo los más complejos, que fueron los mejores.
¡Salud!

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