EN INSTAGRAM

Sígueme también en Instagram

martes, 12 de junio de 2012

DOMAINE FOURRIER GEVREY-CHAMBERTIN 2009. Chardonnay. Borgoña. Francia.

Este es uno de esos vinos que ya desde el inicio le da a uno buenas sensaciones pues al oler el corcho se percibe claramente el aroma de la manzana (sidra). Es verdad que viene muy bien recomendado: el nombre de Borgoña bien grande en la etiqueta predispone positivamente. Pero podría ocurrir que, luego, nos decepcionara. No ha sido así. Estamos ante uno de esos fantásticos blancos que nos hacen recordar -si alguna vez lo habíamos dudado- por qué nos gusta tanto el buen vino. Está elaborado por la bodega Domaine Fourrier, de la que ya concíamos en Vinoencasa el Vieille Vigne Gevrey-Chambertin 2009.
Este Borgoña tiene un bonito color dorado con reflejos verdosos. Inicialmente huele a manzana y a flores blancas (manzanilla). Tras agitar, la fruta se vuelve más intensa y torna hacia lo tropical (piña, plátano). Hay, también, mineralidad (tiza, fósforo) y aromas balsámicos (eucalipto). De fondo, muy discreta, la madera de la crianza en forma de especias (vainilla, canela).
En boca destaca su gran acidez y su dulzor de fruta en sazón. Pero, sobre todo, lo que da más placer es su paso untuoso. Se pega a las paredes del paladar, como su densa lágrima en la copa, y resbala por ellas poco a poco durante un rato después de haberlo bebido. Eso lo hace muy largo. Después de cada trago nos espera un tiempo de disfrute dado por la acidez, que nos hace salivar, y por un retrogusto en el que aparecen notas dulces caramelizadas y lácticas (flan) que lo convierten en un vino muy complejo e interesante.
Lo compramos en la vinoteca Tierra por algo menos de 20€.
¡Salud!

No hay comentarios:

Publicar un comentario