En el reglamento de la DO Priorat leemos el siguiente artículo 11 con el título de Métodos de Elaboración: "Vino
rancio: vino tradicional obtenido por vía oxidativa en envases de madera de
roble, de vinos blancos o tintos, de grado alcohólico volumétrico natural
mínimo de 15% vol. Durante su envejecimiento en ambientes de humedad muy
reducida podrán alcanzar una elevada concentración de alcohol, y no está
permitido en estos vinos el encabezamiento con alcohol vínico. El proceso
acelerado conocido como sol y serena se admitirá como una primera estancia del
proceso que se debe continuar en envases de madera de roble."
Este vino rancio de la cooperativa Vinícola del Priorat tiene un color caoba, con una ligera turbidez y un ribete castaño. Huele a frutos secos (avellanas, almendras), a tostados (pan tostado, café), a especias (canela, vainilla) y a maderas viejas (barniz). En cierto sentido, recuerda a un oloroso de Jerez, aunque es menos complejo. 
En boca es seco, presenta una buena acidez y un paso algo ardiente: se notan sus 17º de alcohol. Es sabroso, se expande en el paladar, y tiene un punto de salado en el centro de la lengua. Al final queda un sabor amargo intenso.
Nos costó 5,43€ en la bodega Santa Cecilia, de Madrid.
¡Salud!
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