Cerramos con este San Román el breve recorrido que hemos hecho durante los últimos días a la DO Toro. No es la primera vez que aparece este vino en el blog, pues de él ya tenemos la reseña de la añada 2006. En aquella ocasión tuvimos la oportunidad de probarlo en tres momentos diferentes, con varios meses de separación entre ellos. Comprobamos cómo el vino iba ganando con el tiempo y la segunda vez nos gustó mucho más que la primera, y la tercera aún más que la segunda. Se trata de vinos con mucho extracto y una prolongada crianza en barrica, pensados para que evolucionen sin prisa en la botella. En este caso, el vino ha permanecido en barricas de roble francés y americano durante dos años; y, como se trata de la añada 2008, calculamos que ha estado otros dos más en botella. Nos ha parecido que ahora ya empieza a expresar lo mejor de sí, pero que aún ganará bastante con algún año más.
A la vista se muestra con una capa alta de color picota con ribete rubí, sin signos de evolución. En nariz aparece con notas muy especiadas (canela, jengibre, regaliz) y tostadas (café, cacao). Hay que agitar para que salga la fruta en forma de mermelada de frutos negros (mora, arándanos) y frutillas rojas (fresa). De fondo, nos acompañan aromas minerales (polvo) y algo de barniz.
En boca se aprecian unos taninos dulces, mucho peso frutal, muy buena acidez y un paso con cierta densidad. El vino es largo. Por vía retronasal vuelven a aparecer los recuerdos de la madera (regaliz). Y deja un regusto especiado de fruta acompotada muy agradable.
Nos costó algo menos de 20€ en la bodega Mauro de Tudela de Duero, Valladolid.
¡Salud!
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