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miércoles, 8 de mayo de 2013

TURÓ D`EN MOTA 2001 Y TODO RECAREDO

En la madrileña galería de arte Victor i Fills, la distribuidora Cuvee 3000 organizó una presentación de la añada 2001 del cava quizá más exclusivo del mercado, el Turó d`en Mota. La bodega Recaredo aprovechó la ocasión para mostrar sus otros cavas y también el proyecto de vinos tranquilos que ya conocimos en nuestra visita a la bodega de hace unos meses. Tuvimos la suerte de contar con la compañía de alguien muy apreciado por nosotros, Luis Vida, enólogo, catador finísimo, gran divulgador, maestro.  
Comenzamos la visita, tras saludar a Ton Mata, en la mesa de los vinos tranquilos. Conocíamos ya el Can Credo, que nos encantó ya hace unas semanas al catarlo en casa, y probamos cosas nuevas. De las 30 ha. de Recaredo, 8 están destinadas a los vinos tranquilos, es la otra cara de esta bodega fiel a unos principios muy puros en la elaboración de cavas. Aquí hay más margen para experimentar.
El primero fue el Miranius 2010 (palabra catalana que hace referencia a aquel que se queda "pasmado", como el zorrito que aparece en la etiqueta y que se asomaba por los viñedos de Sant Sadurní d`Anoia).  Se elaboran 30.000 botellas. Se trata del vino más jovial, más desenfadado,del conjunto, a partir de una combinación de uvas de xarel.lo, macabeu, y un poquito de chardonnay, cultivadas en biodinámico. Un vino muy franco, donde la acidez es protagonista. Muy buen comienzo.
Seguimos con Aloers 2011, 3.900 botellas, monovarietal de xarel.lo, como los siguientes. Nos contó Joan, el enólogo responsable del proyecto, que aquí han querido jugar, experimentar con el juego entre raspón y lías. 
Joan
La parte leñosa del racimo, si está bien madura, sirve para aportar cierta tanicidad, buen amargor, al vino, basta con 2 horas de contacto con el mosto. Las lías (levaduras muertas que se van depositando en la botella, y que se remueven periódicamente) aportan untuosidad, grasa. Pues a todo esto añadimos su tono mineral, terroso, y los recuerdos cítricos que puede dar (entre otros registros) la xarel.lo. 
Continuamos con Can Credo 2010, que ya tenemos en el blog. Nace de la fermentación del mosto en contacto con las pieles durante 2 días, y después termina el proceso en barricas de roble usado. Nos gustó volver a encontrar esos aromas tan agradables de esta uva estupenda (como, por ejemplo, naranja con canela), y una boca compleja, con acidez, sequedad, untuosidad...
De ahí pasamos a cosa más minoritarias, al "taller" del proyecto de vinos Can Credo.
Cap Ficat 2012 nace de un viñedo muy viejo. Sus uvas reciben un tratamiento mínimo en bodega: prensado, desfangado por sedimentación (separación de las partes sólidas que decantan de forma natural al fondo del depósito de fermentación), nada de clarificación ni filtrado. Y nada de sulfitos añadidos. Un vino "en rama" nos comentó Luis Vida, que siempre es muy gráfico en sus expresiones. Una explosión de aroma a mosto, a chirimoya, a vino natural, en contraste con una acidez en boca al límite, como de zumo de pomelo. Sorprendente y delicioso.
Terminamos los vinos tranquilos con Estrany 2011, en el que se ha querido tratar al blanco como un tinto, dejando las pieles más de una semana en contacto con el mosto. La piel aporta notas de fruta dulce, de flores, de lima. Y en boca se mantienen las características anteriormente citadas.


Y pasamos a cavas; primero el Brut de brut 2004. En nariz nos dio aromas de bodega, de humedad, de champiñón, de suelo de sidrería, porque también había notas de manzana madura. En boca nos pareció equilibrado, fresco, con estupendo recuerdo.
Probamos también el brut nature 2007  (conocíamos el 2006), con sus notas a fruto seco, pistacho, fruta madura, algo de cacao, y una boca más amable que el anterior. Lo tenemos en casa y ya lo cataremos con más calma.
Y entonces apareció "el distinto", el hermano pobre de la familia, el feo, la oveja negra, el de difícil carácter, el salvaje; nos referimos al Reserva Especial 2003, que también habíamos catado hacía unas semanas, en nuestro blog. 
Ya entonces nos pareció un cava austero a más no poder, apto para amantes del cava (y de los vinos distintos, con personalidad), más que para un público más generalista. Y confirmamos la impresión. En nariz, extraña mezcla de piedra y miel; en boca, mineral, directo, duro, natural, "casi desnudo", nos comentó Luis.
Finalizamos "paseando", entre viejas cepas de xarel.lo cuidadas con mimo, por la finca que da nombre al Turó d`en Mota, Tocaba enfrentarse a un cava ya mítico, del que se han elaborado 2.700 botellas. ¿Y qué nos ofreció? Para empezar, buen grado de intensidad aromática, sobresaliendo, de nuevo, la profundidad mineral que esta bodega sabe reflejar, y que no es fácil describir: tierra húmeda, hongos, notas yodadas, tiza. A esto hay que sumar frutos secos, especias, tabaco, fruta escarchada.
En boca impacta su acidez, y el contraste con la cremosidad conseguida gracias a una burbuja finísima y envolvente. El recuerdo es muy grato, y muy largo. 
Luis Vida utilizó la expresión de "cava modelo". Un vino modelo, nos contó, es aquel, cuyos precios no podemos pagar la mayoría de los mortales, pero que son referencia de calidad, esos que llevan nombres de sobra conocidos. Y este es un cava modelo porque posee todas las virtudes apreciadas en el resto de vinos que catamos antes, y,añadimos, las expresa con una elegancia y una nobleza que se quedan en la memoria.    
El balance de esta jornada es sencillo: muchísima calidad, mucha pureza en el concepto de vinos, y mucha honestidad y sentido común en el trabajo de la gente de Recaredo.
Ton, con Antonio y César 
Nos dimos un homenaje, pero también se homenajeó al vino, por lo mucho que puede dar, y, en justicia, hay que hacerlo extensible a una bodega que entiende muy bien su papel de intermediara, entre la tierra y el hombre.
Mucho placer asegurado.
¡Salud!

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