EN INSTAGRAM

Sígueme también en Instagram

martes, 18 de agosto de 2020

DOS COPAS Y A VOLAR. Garnacha. Ávila.

La combinación espumoso-abulense puede sonarnos algo extraña. En absoluto. Por lo que sabemos, una tropilla de jóvenes elaboradores están colonizando el territorio para llevar a cabo proyectos muy interesantes. 
Hoy nos vamos hasta El Tiemblo, tierra ya conquistada por Fabio Bartolomei, ese duendecillo generoso que está echando una mano a Nahuel (argentino, 32 años) y  Vicky (27 años), que son los que están detrás de este vino que nos disponemos a probar. En breve esperamos rendir visita a nuestros jóvenes protagonistas (y a otros locos del entorno de Gredos). Si quieres saber algo más de ellos, aquí tienes un enlace.

Pero primero, el vino. Un espumoso de garnacha abulense. 
En nariz resulta delicado; te obliga a pararte y a jugar con los aromas. Hay miga de pan, una fresa ligera (como los chicles de fresa ácida, por poner un comparativo), algún toque anisado. Lo volvemos a probar un tiempito después y se asoman notas cítricas, como de mandarina (pero muy, muy, ligeritas).
En boca nos encontramos ante un espumoso en el que la burbuja está bien conseguida (importante acierto de sus elaboradores); hay un componente glicérico destacado que combina bien con la acidez (ojo, no podemos esperar una acidez norteña por estas latitudes), y que nos lleva a catalogar este ancestral como de carácter "vinoso".  Resulta sabroso y  tiende a ocupar toda la boca, como debe ser. Se paladea con gusto, y deja un recuerdo bastante persistente.
Nos parece una buena carta de presentación para estos "pequeños y salvajes" elaboradores que se han lanzado a una aventura vital, a un sueño (muy consciente), con valentía, determinación, conocimiento...y mucha pasión. Es su primer vino; recién están comenzando. Apenas quedan botellas.
Lo dicho, en breve contaremos algo más de este proyecto que es vitivinícola pero también vital y ético.
¡Salud!

No hay comentarios:

Publicar un comentario