ALMATE 2018. Vino de la Tierra de Castilla y León. Tempranillo.

Volvemos a encontrarnos con un viejo conocido. Hace seis años ya le teníamos fichado (en nuestra primera etapa). El vino "básico", el gran vino básico de Don Alfredo Maestro Tejero, el mago de Peñafiel que lleva ya más de dos décadas elaborando buenos vinos en su tierra de origen, y en otras regiones a las que ha sabido interpretar con acierto (nosotros le conocimos hace siete años, cuando ya su proyecto estaba consolidado).

Estamos ante un vino que, en nariz, se muestra íntegro, nos ofrece su potencial desde el descorche. De una intensidad media, como corresponde a la variedad, encontramos estupendos matices de juventud, que a veces nos recuerdan a un maceración carbónica: la fruta roja fresca, con matices florales a veces, otras golosos, y también está ahí el recuerdo del hollejo, de la uva,

En boca muestra volumen; estamos ante un vino del centro peninsular que sobrepasa los 14 grados de alcohol, pero podemos hablar también de acidez; la suficiente para que el paso por boca sea agradable. Hay una tanicidad ligera, crepitante y agradable, que toma el relevo de la acidez para equilibrar el conjunto. Para ser un vino "campechano", de base, como hemos comentado al principio, muestra cierto carácter de vino serio, de los que tienden a manifestarse hasta el fondo de la lengua y resulta sabroso.

Desde luego, por menos de 10 euros, una apuesta segura, y, para nosotros, un feliz reencuentro con el maestro.

¡Salud!